Queríamos responder, a través de un trabajo minucioso, acerca de la situación de la lechería , la pregunta de si el Gobierno nos estaba dando una compensación o una indemnización”, explicó Néstor Roulet, Vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).

Con relación a esto detalló que, “cuando uno ve lo que perdió un productor argentino comparándolo con lo que pasó en otras partes del mundo, asusta. Si vemos el promedio mundial del 2008, el productor europeo cobró un 57% más que el argentino; y el uruguayo, que también sufrió la sequía, cobró un 28 % más. En base a eso calculamos entonces la diferencia de dinero que recibió uno y otro: un productor de Uruguay cobró u$s 95.000 más que el argentino.

Ese monto representa 1200 rollos de alfalfa o 140 hectáreas de maíz implantadas y cosechadas, es decir, que cubren la alimentación de un año. Resulta obvio que es mucho más fácil encarar una sequía con dinero en el bolsillo que con un bolsillo también seco”.

Para Roulet, la conclusión es simple: “indudablemente esta política lechera , hizo que el sector primario perdiera más de 1000 millones de dólares, lo que significa que nos están dando una indemnización por el daño hecho”. Por otra parte, sostuvo que “el grave problema que tiene este Gobierno es la mezcla de soberbia con ignorancia”, e indicó que el Secretario de Agricultura, Carlos Cheppi, o está muy mal asesorado tiene una gran ignorancia porque considerar como un triunfo que tenemos el mismo rodeo de vacas en ordeñe que hace diez años, es de terror.

El rodeo tendría que estar creciendo entre un 5 y 7 % anual, por una realidad biológica. Si no se crece es que el productor no se jugó para crecer. Es terrible porque vecinos nuestros como Brasil y Uruguay, crecieron un 5 % anual; si estamos como hace 10 años, la cosa no se puede tomar como un triunfo”. Consultado acerca de si los productores creen en la posibilidad de un campo de política señaló que “la lechería no se puede derrumbar.

Aunque perdemos plata mantenemos la producción. Apostamos a un cambio, creemos que esta política tiene que modificarse. Luego de las elecciones estamos convencidos de esto porque el país no puede seguir sin producir lo que competitivamente puede. Si no hay cambios nos vamos al bombo todos. Una lechería así no le sirve a nadie”.