Buenos Aires - Además de contar con un amplio mercado de consumo en la Argentina, la cebolla y el ajo son las dos hortalizas más exportadas por nuestro país. En este contexto, la excelencia de la producción es clave a la hora de obtener cultivos que cumplan con la calidad requerida en otros mercados.

Malezas y malas hierbas actúan en detrimento de dichos estándares ya que, desde el inicio del cultivo, compiten con él por recursos como el agua, la luz solar y los nutrientes del suelo.

Con el objetivo de optimizar cada vez más la calidad de estos cultivos, BASF desarrolló Herbadox H2O, una nueva formulación del herbicida que acompaña a la producción hortícola desde hace más de 20 años.

Herbadox H2O actúa a nivel de los primordios de raíz y de brotes subterráneos, interrumpiendo la división y elongación celular. Una vez pulverizado, el producto se incorpora al suelo y genera una película que controla las malezas cuando éstas germinan.

“Los cultivos de ajo y cebolla se caracterizan por tener un crecimiento inicial muy lento y poco eficiente y, por este motivo, muchas veces son superados por la agresividad de las malezas,” explica Fernando Cardello, gerente de Cultivos Frutihorticolas de BASF.

Para evitar estas incidencias, el ingeniero recomienda la aplicación de Herbadox H2O, un herbicida de aplicación preemergente o pre-siembra, que tiene mayor residualidad de acción, como consecuencia de la liberación progresiva de su ingrediente activo, a partir de las cápsulas solubles.

“Este producto cuenta con una formulación mejorada con respecto al que actualmente tenemos en el mercado: su acción es más limpia y efectiva y además no tiene solventes orgánicos ni es corrosivo,” destacó Cardello.