La larga y torpe pelea por la resolución 125 dejó huella en las elecciones. Alimentó dos de las precandidaturas presidenciales del día después: la de Julio Cobos y la de Carlos Reutemann. Tuvo peso en las provincias motorizadas por la agricultura: Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires y Entre Ríos. Ubicó en el Congreso Nacional a 12 productores agropecuarios. Y dejó escrutinios contundentes en los departamentos y municipios donde se multiplicaron los cortes de ruta.
En la emblemática Gualeguaychú el voto-piquete le dio un triunfo de más de 24 puntos de diferencia al Acuerdo Cívico y postergó al justicialismo a un segundo lugar, separado por menos de un punto del tercero. El triunfo de los empresarios del agro que encabezaron la lista ganadora en Entre Ríos se sostuvo asimismo en el municipio de Gualeguay, también por una diferencia de unos 20 puntos sobre el peronismo, y en Victoria. En Paraná, uno de los baluartes del voto del gobernador Sergio Urribarri y de su antecesor Jorge Busti, el justicialismo ganó por apenas dos puntos.
En Buenos Aires la estela del conflicto puede rastrearse en Pergamino, San Pedro y Saladillo. En todas, la boleta que encabezó Kirchner quedó tercera. En las tierras sojeras de Pergamino, De Narváez le sacó 22 puntos al ex presidente. En San Pedro, el municipio donde los cortes llevaron a dirigentes rurales y políticos a los tribunales, la diferencia fue la misma, sólo que allí la ganadora fue Margarita Stolbizer. Y en Saladillo, uno de los emblemáticos cortes liderados por autoconvocados, Unión PRO sacó el 41,7 por ciento, Acuerdo Cívico y Social 32,9, y el Frente para la Victoria 16,2 por ciento.
En Santa Fe, en los lugares más sojadependientes, el Frente para la Victoria de Agustín Rossi bajó su promedio provincial. En el departamento de General López, donde está la ciudad de Firmat, emblemática por los cortes y la industria metalmecánica, sacó un seis por ciento para senadores y un ocho para diputados (cuando a nivel provincial rozó los diez puntos). El voto de los productores agropecuarios, como también ocurrió en otras ciudades como Alcorta y Armstrong, se lo repartieron Reutemann y Giustiniani.
El voto de los piquetes rurales también se hizo valer en las plazas donde dos vicepresidentes de Federación Agraria jugaron su suerte. En La Pampa pusieron a Forte a apenas dos puntos del peronismo. En el Chaco, Orsolini quedó a cinco puntos, cuando se pronosticaba una derrota tres veces mayor. Al fin: donde hubo cortes, todavía bronca queda.


