De la conferencia que brindó, el jueves pasado, el experto internacional Manfred Kern, de Bayer CropScience, sobre la problemática mundial de la provisión de alimentos para una población mundial que crece a razón de 80 millones de seres humanos anualmente, dos mensajes quedaron reverberantes entre la audiencia: “No todos van a ser alimentados en el siglo 21” y “En los próximos 30 años, los requerimientos de alimentos mundiales se multiplicarán como resultado del crecimiento de la población, y deberemos producir más alimentos en el mundo durante este período que en los últimos 10.000 años”.

De estos planteamientos, se desprenden dos preguntas: ¿Qué vamos a comer? ¿Qué debemos hacer, ante los cambios en el tiempo?

“La disponibilidad de alimentos, el poder de compra de la gente, y precios internacionales moderados, son factores esenciales para reducir el hambre y para mejorar el sustento alrededor del mundo”, destacó el orador del evento.

Sin embargo, hoy es necesario saber que el crecimiento de la población –que en la actualidad es de 6,74 mil millones de personas- irá en ascenso y llegará a 8 mil millones en todo el mundo, en el 2025. Hoy, más del 60% de la población está concentrada en Asia.

Al mismo tiempo, Kern destacó que hay 1.200 millones de personas que viven a razón de un dólar por día, mientras que 1.100 viven con problemas de sobrepeso. Ante estos indicadores, concluyó: “La gente no está sana”.

La segunda revolución verde

En América Latina, será necesario “agregar” terreno cultivable, más agua, y mayor tecnología para producir un 25% más de productos para su exportación. Se espera que África, por ejemplo, duplique su producción, pero continúe necesitando la importación.  
 
Será necesaria, pues, la protección innovadora de los cultivos, la producción de plantas por métodos modernos y la ingeniería genética. El estudio “Futuro de la agricultura visión 2025/2050”, abre el debate sobre la necesidad de una nueva revolución verde, que ayudará a aumentar los rendimientos de la producción y, de ese modo, obtener mayor cantidad y calidad de alimentos para la humanidad.

En este sentido, el especialista ejemplificó con un nuevo material en colza, que otorga rindes superiores en un 44% y es resistente al estrés hídrico.

Alimentos y energías

 “Más del 60% de la producción de China es de cerdo. ¿Quién va a alimentar esos chanchos?” Alimento es energía. Y se necesita energía para obtener alimento.Estos son dos factores que siempre han establecido los límites biológicos de la población humana y siempre lo harán. La misma verdad se cumple en cualquier otra especie: la alimentación debe brindar más energía a quien la consume de la que es necesaria para adquirir dicha comida.”

Entre 2040 y 2060 se espera que transcurra uno de los períodos más críticos para la obtención de petróleo. Y “en 2025, el 25% de los biocombustibles va a provenir, en Estados Unidos, de la agricultura”, destacó Kern.

El pronóstico para el 2025 sostiene que entre el 20 y 30% de tierra cultivable será utilizada para la producción de biomasa, sobre todo para la producción de bioetanol y biodiesel basado en grano, caña de azúcar, trigo, remolacha azucarera, coco, aceite del palma, girasol, canola/colza, mandioca y  Jatrofa.

El mensaje a futuro seguirá siendo “preservar las zonas fértiles de tierra cultivable, implementar prácticas agrícolas de manejo sustentable”, y se volverá cada vez más importante el acceso al agua y el combate contra la sequía.

Noticias Agrositio