El helicóptero se posa en el centro de una cancha de fútbol sin pasto en las
áreas. En cuanto se detienen las hélices, baja Néstor Kirchner, que, de
inmediato, se acomoda en una camioneta, rodeado de custodios de la Policía
Federal, una autobomba y un par de ambulancias. En minutos protagonizará un acto
de campaña en Berazategui, con gastos pagos por la Presidencia de la Nación y
varios municipios del conurbano.
El financiamiento público de su campaña es constante. Además del alquiler del
helicóptero, la Casa Rosada se encarga de la filmación y televisación en vivo
del encuentro, de la transcripción y distribución del discurso del presidente
del PJ, y de aportar todo el personal del Estado necesario para que la
organización no tenga fisuras.
Escenas similares se repitieron en los actos que Néstor Kirchner encabezó en
la provincia de Buenos Aires durante las últimas dos semanas, según un
seguimiento que hizo La Nacion.
En el comienzo de su aún no declarada campaña como candidato a diputado
nacional, y antes del plazo legal permitido de 60 días previos a los comicios
para las actividades proselitistas, el ex presidente se valió de los recursos
públicos para cubrir sus gastos. Lo mismo que hizo Cristina Kirchner, cuando era
primera dama, en las elecciones de 2007 y viajó por el mundo para una gira de
"instalación internacional".
LA NACION intentó conocer la posición de Kirchner, pero sus asesores no
respondieron las llamadas hechas durante los últimos cinco días. Alberto
Balestrini, el presidente del PJ provincial, tampoco contestó el requerimiento.
Representantes de tres organizaciones no gubernamentales que estudian temas
financiamiento político coincidieron, sin embargo, en que Kirchner incurre en
una irregularidad que podría constituir un delito y que torna la campaña una
competencia desigual (de lo que se informa por separado).
En el acto de Berazategui, el gobernador Daniel Scioli aterrizó en el
helicóptero LV-WRW de la gobernación. Pero en su caso puede argüir que así
aprovecha mejor el tiempo para su gestión ejecutiva. Distinto es el caso de su
mujer, Karina Rabollini. En julio de 2008 voló en un avión oficial hasta Santa
Fe sólo para mostrarle su pueblo natal, Elortondo, a un programa de televisión.
Debió volver en auto hasta Pergamino por el piquete que armaron los productores
y cosechó una denuncia por "utilización abusiva" de bienes del Estado.
En Berazategui y en Malvinas Argentinas, Kirchner aterrizó en un helicóptero
Bell 427 azul con líneas doradas y matrícula N-367ND. Registrado en Estados
Unidos a nombre de una compañía ignota de Nassau, Nueva York, según verificó LA
NACION, opera en el país para el Grupo Modena Helicópteros. Voceros de la
empresa, en la que Cristiano Ratazzi tiene una pequeña participación accionaria,
explicaron que alquilan máquinas "a Presidencia de la Nación", no al Partido
Justicialista, cuando los aparatos "hotel 1" y "hotel 2", es decir, los
oficiales, no están en servicio por mantenimiento.
La hora de vuelo de un helicóptero biturbina como el que usó Kirchner en esos
dos actos cuesta entre 2000 y 2500 dólares, según las tarifas del mercado que
obtuvo LA NACION. Es decir, que la Casa Rosada desembolsó entre 7000 y 9000
pesos para ir y volver de Berazategui. Quizás para evitar esos gastos, cuando se
reunió con intendentes cordobeses en Ezeiza, el martes pasado, Kirchner voló en
un helicóptero de la Gendarmería.
Conocedor de los tiempos televisivos, el ex presidente se aseguró de que los
discursos que pronunció en Pilar, Mar de Ajó, Berazategui, San Nicolás y
Malvinas Argentinas se transmitieran en vivo, alrededor de las 20, para colarse
en los noticieros.
La televisación la concretó Prensa Satelital, una empresa de los mismos
dueños que La Corte, la firma que accedió a más de $ 6 millones de la Casa
Rosada mediante contrataciones directas para transmitir sus actos, a lo largo de
tres años, antes de que Télam llamara a una licitación pública que también ganó
esa empresa. Sólo en 2006, Prensa Satelital cobró más de $ 2,5 millones del
Ejecutivo.
La compañía graba cada acto con tres cámaras, una fija, otra móvil que enfoca
al ex presidente y otra instalada sobre un robot mecánico que ofrece paneos del
público. A cambio del pago desde el Estado, transmite y ofrece, gratis a los
canales de televisión abierta o cable que lo deseen, los discursos de los
Kirchner -él y ella- desde cualquier punto de la Argentina y del mundo.
Todos los actos, además del personal del municipio organizador y de la
provincia de Buenos Aires, contaron con la asistencia de empleados de la Casa
Rosada, aportados por la Vocería, Prensa de Presidencia, la Secretaría de Medios
o la Dirección de Ceremonial. En Malvinas Argentinas, por ejemplo, había dos
funcionarios de Prensa y dos de la secretaría que encabeza Enrique Albistur.
En Berazategui, el servicio fue más completo. Un taquígrafo oficial se
encargó de tomar nota del discurso de Néstor Kirchner, luego distribuido al
periodismo por medio de un e-mail terminado en "@presidencia.gov.ar". Para que
no quedaran dudas, lo transcribieron en un papel con membrete identificatorio
"Taquígrafos - Presidencia de la Nación".
Con la campaña en marcha, los gastos prometen crecer día a día, mientras se
expanden los tentáculos del aparato estatal. Los "barones" del conurbano también
aportan sus maquinarias. Muchos concurren a los actos por afinidad política.
Pero, por las dudas, el intendente de Berazategui, Juan José Mussi, proveyó
decenas de micros; de Quilmes llegó hasta una camioneta dedicada, en teoría, a
fiestas infantiles; y de Almirante Brown, Lanús y Malvinas Argentinas. entre
otros, también llegaron punteros con unas 30 personas por colectivo. y entre 25
y 40 pesos por cabeza.
Cuánto cuesta
$ 20.000
Por un estadio municipal
Un teatro en Capital Federal con buena capacidad puede trepar hasta los $
40.000 por noche y un acto de cierre, unos $ 200.000
$ 50.000
Por una pegatina de afiches
El servicio incluye el empapelado de 100.000 unidades en el conurbano, pero pueden durar 48 horas si no cuentan con protección local


