por: Ricardo D. Bindi, Revista Agromercado Diciembre 2008

Pensemos que de cada crisis, nace una nueva oportunidad. Estamos en medio de uno de esos momentos históricos de gran incertidumbre. Un mundo muy golpeado, una Argentina vaciada a lo largo del 2007 y 2008, no solo desde lo económico, sino también desde lo institucional, crean un escenario de altísimo nivel de incertidumbre. Todo ello repercute directamente en lo social; la sociedad no empieza ni acaba, ni se soluciona con subsidios, planes trabajar o remiendos como forma de hacer política. Esto lo que observamos todos, y en mayor medida quienes pertenecemos a la producción agropecuaria, al campo, a la cadena agroindustrial integrada; pues venimos soportando con impuestos y retenciones, a la sociedad y a otras actividades, que solo funcionan con la “nafta súper” de las devaluaciones sucesivas.

Transcribo a continuación la frase completa que me enviaba una colega, y que me pareció de interés pues muy sintéticamente resumía todo lo que representó este 2008, decía: “Yo por suerte bien, terminando este año bastante agitado para el sector y para el mundo en general, empezamos con los incendios, el humo, la 125, el paro, la sequía, la crisis internacional, la recesión, en fin, no faltó nada, pero hay que tener una mirada positiva y seguir para adelante!!!”.

¿El capitalismo ha muerto?

Luego de la crisis de las hipotecas, los bancos y el sistema financiero en general, muchos se aventuraron a predecir la muerte del capitalismo. El Presidente francés opinó en una de las cumbres mundiales, que el capitalismo no había muerto, que lo que sucedía es que algunos se estaban ocupando de destruirlo. Su mensaje anunciaba lo que muchos analistas, ya ven, y es que el 2009 podrá ser complejo globalmente, pero no tendrá la misma gravedad en todos los países. Los que estén preparados y cuenten con ventajas competitivas, saldrán antes, y su gente sufrirá mucho menos.

En una entrevista del Programa de TV por Internet 30 online, le preguntamos al economista Aldo Abram si el capitalismo iba a morir; dijo que no, que el problema está en otro lado. La economía creció más de lo debido, más de lo que realmente podía crecer, y que esto en algún momento lleva a un estallido y de inmediato a un ajuste integral, y después a sacar toda la grasa artificial que se va acumulando. Tarde o temprano, el paciente volverá a estar sano, y la clave será estar preparado.

¿Y el socialismo del S 21?

La verdadera pregunta que podríamos hacernos es: ¿se cae el Progresismo totalitario?; este parece ser el que realmente vuelve otra vez junto al viejo comunismo, al baúl desvencijado del sótano. Un líder que representa estas políticas, como el Presidente de Venezuela, lo está demostrando en las elecciones de fines de Noviembre, con una pérdida histórica en los 5 estados que representan el 45% de los 28 mill. de habitantes, y que posé el 70% de la actividad económica.

Otros ejemplos: Bolivia navega entre la separación en dos países dentro de un mismo suelo; básicamente por querer llevar a su gente a la pobreza, nivelando hacia abajo, en lugar de hacia arriba. Ecuador, niega sus deudas y amenaza con no pagar a un gran líder como Brasil. Es decir ya el tema no es solo “la opresión de los del Norte”, parece que la nueva teoría muestra que dentro del “sueño Latinoamericano”, están también los buenos del “neo-socialismo” y los malos del “neo-liberalismo”. Aparece entonces una segmentación entre dos visiones: las que se integran al mundo y marcan prestigio; y los que ahuyentan al mundo para vivir con lo suyo. Entre los del sur, la rechazada elección del ex presidente N. Kirchner como secretario general de la Unión de países del sur, tampoco parece ser una opción moderna para los vecinos, ni tampoco considerada como abierta, democrática, republicana y progresista de “progresar”…

¿Cuchara o tenedor?

Un amigo mío decía: “si ves que llueve sopa de arriba, preparate con un buen cucharón”; lo decía porque tradicionalmente mucho la esperan toda la vida, y cuando llega, en lugar de cuchara, tienen un tenedor en la mano. Veamos que pasa entre nuestros compradores de productos agroindustriales. Para el 2009, China prepara un plan de inversiones de U$S 586.000 mill.; elevarán el número de consumidores de 300 mill. a 400 mill.; producen 500 mill. de tons de granos…, pero consumen 550 y posiblemente en aumento. Argentina produce 30 mill. de tons. de soja; y el 75% de los productos que le vendemos a China es del complejo oleaginoso. Pero en términos de “valor”, este año también se avanzó con exportaciones que en el caso de vinos, se triplicó y con buenos crecimientos también en lanas, cueros, tubos de acero y ropa de diseño argentino. En el 2008 China crecerá entre un 7 y 9%, y esto lo llevará a comprar más afuera, pues buscará incrementar su consumo interno. ¿Qué piensa usted?, ¿estaremos preparados con el tenedor, o con la cuchara bien firme en la palma de la mano?

Contagiar entusiasmo

Cuando uno se detiene a conversar a fin de año con cualquier empleado, empresario, productor o trabajador; encuentra una mezcla de temor y de bronca por la posibilidad de regresar a la crisis del 2001. No se resistiría otro error político de semejante magnitud, en la población.

Es por ello que muchas personas prefieren alentar hacia la mitad llena del vaso, en lugar de hacia la vacía. Con cautela, pero sin perder la fuerza con que salimos adelante entre el 2002 y el 2007. Digo salimos, pues el verdadero crecimiento, todos sabemos que no fue consecuencia de políticas acertadas, sino de dos vectores cruciales: “el viento de cola del crecimiento mundial” y “la inteligencia aplicada del sector agroindustrial”.

“Las tres actitudes ante el 2009”: un día pensaba que había tres formas de encarar el desafío 2009. La primera consiste en bajar los brazos, llenarnos de bronca y de emociones negativas, y hundirnos, con consecuencias desastrosas. La segunda actitud, y muy probablemente una bastante común, será la de “flotar”, es decir dejar que la marea los lleve, y ante el peligro, algunos se sujetarán de los de la tercera actitud. ¿Y los de la tercera que harán?, estos seremos usted y yo, pues si Dios quiere, tomaremos los remos con más fuerza, con más creatividad, con más ganas, con voluntad de llegar, y remaremos. Remaremos con fuerza para llegar vivos y sanos a la otra orilla, para triunfar y además, arrastraremos con nosotros a todos los que quieran sumarse al grupo. Así será.

por: Ricardo D. Bindi, Revista Agromercado Diciembre 2008