El Instituto Nacional de Carnes (INAC) sigue trabajando para transparentar y brindarle las mayores garantías a los consumidores del mercado interno, eliminando cualquier intento de informalidad en el sector.

El sistema de Registro y Gestión del Abasto) está en marcha y según explicó la Gerenta de Mercado Interno, Fernanda Cuervo, a través de esta herramienta se realiza el seguimiento del flujo de la mercadería de forma eficiente y ágil, se delimita el circuito formal, conectado con el Registro Único de Empresas Cárnicas de INAC y es fundamental que las empresas estén formalizadas para poder operar.

En el mercado de carnes local hay unas 4.000 empresas, con una dinámica compleja (2.500 carnicerías, 700 distribuidores, 70 plantas de faena, 140 exportadores, 10 plantas de desosado, 50 importadores, 80 plantas de elaboración, 15 depósitos, entre otros).
Según Cuervo, para el sector privado, el sistema ha generado facilidades en la gestión, reducción del uso del papel y al mismo tiempo se obtiene una requisa sanitaria más eficiente y se orienta a la cadena hacia un modelo de inspección sistemática. A su vez, se continúa con las auditorías de las carnicerías de todo el país y se apunta a que el consumidor sea el que realice las denuncias. La meta es tener auditadas 1700 comercios del interior del país, con un informe de oportunidades de mejora para cada local de carnicería que será una base para el proceso de adecuación.

La Gerenta de Mercado Interno explicó que a partir de que INAC recibió la competencia de habilitar carnicerías en todo el país, se identificó la necesidad de conocer en qué condiciones se encontraban las carnicerías del interior del país en relación al decreto 31/2021.

Datos

Por otro lado, el consumo anual cerraría el año con una caída en carne bovina de 4,8% comparándolo con los datos generados el año anterior, pero hay cambios en cuanto al origen de las carnes consumidas. El 31% de las proteínas de origen animal son importadas, con crecimientos diferentes en la importación de las distintas carnes: hay 2,6% de crecimiento en carne bovina, 88% de aumento en carne aviar y 18% de incremento en carne suína.

La carne de ave es la segunda proteína más consumida, consolidándose otra suba, pero con mayor faena local y más importaciones. La ingesta de carne aviar crecería 5,3% al cierre del año por sobre los valores de 2021 y la carne de cerdo se recuperó de la caída que tuvo el año pasando, mostrando un aumento de 11% respecto a 2021, según los datos del INAC.
Hasta el pasado mes de octubre, el 52% de la las proteínas de origen animal consumidas dentro del abasto corresponden a monogástricos (cerdo y pollo) y el 48% a rumiantes (bovino y ovinos), proporción inversa a los consumos históricos de hace 10 años. Hasta octubre, según el análisis del INAC, el precio de la carne bovina muestra un aumento acumulado de 4,4% anual (la mitad del Índice de Precios al Consumo, con tendencia a la baja, acumulando en septiembre y octubre una caída de 4,6%. La porcina es la que muestra crecimiento real (11,2%).