También reglas claras frente a la incertidumbre de producir que generan los pronósticos climáticos adversos para los próximos meses, y una firme decisión de aplicar políticas públicas activas que reviertan el estado de asfixia de los pequeños y medianos productores ante el profundo avance de la concentración económica que nos sigue preocupando.

Necesitamos que la política en su conjunto esté a la altura de las circunstancias frente a las pérdidas de producción de cultivos producto de la sequía y el golpe mortal que las heladas tardías provocaron tanto en cultivos de las economías regionales, diezmando su producción y generando rindes previsiblemente magros en trigo, maíz y soja, con una ganadería y lechería que se perciben seriamente afectadas.

Solo asistimos a un Estado ausente frente al drama, que intenta calmar los problemas con parches sin atacar las soluciones de fondo. Pareciera que no comprenden que es lo que está viviendo hoy el productor agropecuario.

Tenemos que concretar soluciones a largo plazo. Los fondos son insuficientes ante tantos problemas y si no buscamos herramientas acordes y accesibles, continuaremos viendo la desaparición de pequeños productores.

A este combo explosivo que empuja a miles de productores al abismo, se suma la continuidad de los problemas heredados en un contexto que poco ayuda, desdoblamiento cambiario, alta inflación, falta de financiamiento y tasas elevadas.

Tenemos una carga impositiva con impuestos que son distorsivos, regresivos, como derechos de exportación, ingresos brutos, anticipos de ganancias. Reiteramos una vez más que, frente a esta emergencia climática se eliminen esos anticipos, que además son sobre una ganancia que, lejos de eso, se pronostica como una gran "perdida". Asimismo, solicitamos que se implementen planes especiales de regulación de deuda.

Mas allá de los anuncios oficiales de ayuda y de emergencia, con una ley vigente que debe ser actualizada por insuficiente y desacoplada a las demandas, la realidad es que a nuestros productores les llega mal y tarde, y en muchos casos no se concreta, o no van a llegar a los productores por restrictivas, como la Resolución 137/2022, o en el caso de bancos, etc.

Urge en los productores vislumbrar un futuro donde el clima acompañe, con una mayor celeridad del Estado para que podamos tener previsibilidad para producir en un país que nos necesita.

Fuente: FAA