A ritmo vertiginoso, pero atrasada: se avanzó sobre 900.00 ha tras las lluvias

Se sembró un 47% de la soja de primera, 1,9 M ha de las 4,1 M ha del total que se esperan implantar en la región núcleo. Las lluvias del fin de semana (ver imagen) reactivaron las labores de siembra. Es una carrera a contrarreloj para arrebatarle a las altas temperaturas y al viento la posibilidad de seguir avanzando con el cultivo. En las zonas donde llovió menos de 20 mm, la humedad solo alcanzó para 2 a 3 días de siembra y ya hoy jueves (17/11) se cortaba la actividad. Pero en otras zonas que contaban con mejor humedad previa y recibieron más de 40 mm, intentarán sembrar todo lo previsto.

De todas maneras, el avance de siembra de soja de primera sigue siendo el más bajo: respecto al promedio de los últimos 5 años está atrasado en 42 puntos porcentuales. El noreste de Buenos Aires solo cubrió el 20% de la superficie intencionada y en Baradero estiman que el agua disponible alcanzará para sembrar el 30% de la superficie. El sur santafesino sembró el 30% de la oleaginosa y estiman un progreso considerable esta semana. Donde llovió menos de 20 mm, se necesita una nueva lluvia que supere los 50 mm para sembrar todo lo previsto. La zona más adelantada es el sudeste cordobés, con un 80% implantado. Allí, estiman completar lo que resta para el final de la semana. El centro sur santafesino llegó al 55% de la siembra. En

Carlos Pellegrini señalan que se van a sembrar todos los cuadros de soja de primera previstos antes que la humead desaparezca. En el noroeste bonaerense se plantó el 40%.
¿Cómo pueden ser los rindes teniendo en cuenta el factor fecha de siembra y agua?
“En un buen año, este atraso en la fecha de siembra significaría entre un 10 a un 15% de caída respecto a los rindes potenciales. Hay estudios que sugieren que la caída en rinde puede llegar hasta los 30 kg/ha/día sembrando después del 15/11. Pero como estamos un año restrictivo, esta demora podría ser una ventaja y asegurar pisos de rindes. Pero necesitamos una mejora en las reservas de agua y no la tenemos”, explica un ingeniero que es especialista y ha hecho ensayos en la zona de Pergamino.

Entonces, ¿cuánto agua hace falta para recuperar el potencial de la soja de la región?

La pregunta del potencial actual de la soja está ligada a saber cuál es el déficit en el perfil de los suelos. En el primer metro del suelo y siguiendo la necesidad de una pradera permanente, tendrían que llover entre 120 y 180 mm en los próximos 15 días para recuperar condiciones óptimas. Pero hay otra limitante: la falta de agua en profundidad, o sea después del primer metro del perfil del suelo y cómo han bajado las napas, quedando fuera de la capacidad efectiva que tienen las raíces. Cuánta agua hace falta para resolver esto es mucho más complejo de responder. Esta pregunta se volvió muy importante porque desde hace dos años atrás hay una faltante que se viene arrastrando por las dos “Niñas” que hubo con anterioridad. Por eso, volúmenes de lluvias modestos y heterogéneos cómo el que dejó la última tormenta no son significativos para cambiar las condiciones de sequía de este ciclo 2022/23.

¿Cuál es la situación de la soja de primera hoy?

Normalmente, el horizonte productivo que se traza el productor de zona núcleo para soja de 1ra suele estar entre los 40 a 50 qq/ha. Pero ante la falta de agua en los perfiles y la tercera “Niña”, ya se proyectan 35 qq/ha y “siendo optimistas”, dicen los ingenieros del área. Esto ya plantea una pérdida de 150 u$s/ha en campo alquilado. Un ingeniero lo explica diciendo que “para que la soja de primera pueda rendir 35 qq/ha deberían llover todas las semanas 25mm hasta R5 (llenado de granos). Lamentablemente, esto significa que hay un escenario generalizado de quebranto en la región aún cuando la soja está siendo sembrada. Hoy la situación de la soja es como la de los soldados franceses y británicos en Dunkerque que estaban atrapados entre el mar y los alemanes. Por un lado, la soja está atrapada por la falta de agua que se arrastra desde la anterior campaña gruesa y hace que no tengamos reservas hídricas en el perfil del suelo; por el otro, está el escenario de escasez hídrica que tiene la soja por delante en los próximos 4 meses”.

Si la soja está en Dunkerque: ¿los precios podrían ir al recate del productor del escenario de quebranto?

La soja siquiera está la mitad del área sembrada y ya plantea pérdidas económicas por la limitante climática al potencial del cultivo. Ante la incertidumbre, aparece la pregunta de si los precios de mercado podrían amortiguar las potenciales caídas. Sin embargo, la posición de la oleaginosa a cosecha (según la última actualización al 16 de noviembre) si bien muestra un repunte en su cotización local, está lejos de los precios registrados a cosecha durante la 2021/22. Al día de hoy, para que los números cierren en soja de primera son necesarios en campo propio al menos 18 qq/ha.

Pero la situación se torna crítica bajo la condición de campo alquilado donde el rinde necesario para comenzar a ganar trepa por encima de los 40 qq/ha. Es importante recordar que el 70% de la producción en la región se hace en arrendamiento y que los costos de los alquileres subieron 2 qq/ha (de soja) este año. Por lo que si consideramos tres potenciales escenarios de rindes logrables para la campaña 22/23: 45 qq/ha, 35 qq/ha y 25 qq/ha, solo en el primer caso los productores ganarían tanto en campo propio como en alquilado. Pero con una cosecha de 25 a 35 qq/ha las perdidas en campo alquilado oscilarían entre los 150 u$s/ha a 450 u$s/ha, respectivamente.