Situación de los cultivos de invierno

Los cultivos de invierno vienen padeciendo estrés hídrico y daño por heladas desde casi su implantación. La superficie ocupada por el cultivo de trigo puede ser próxima al 50%, comparándola con la campaña anterior.

Los trigos se encuentran con muy baja densidad y heterogéneos, producto no solo del poco macollaje sino también debido a la muerte de los mismos por estrés hídrico. En general no superan los 40 a 50 cm de altura, con bajo número de espigas por metro cuadrado y se estiman rendimientos que podrían variar entre 0 y 20 qq/ha según la zona. Esta situación generaría pérdidas entre el 50 y 100% de los rendimientos normales

Al momento en que se den las primeras lluvias se activará el banco de semillas de malezas. Por lo cual algunos productores han decidido secar con herbicidas y hacer los barbechos para así implantar los cultivos de grano grueso. Otros lo han derivado a pastoreo.

En síntesis, es muy escasa la posibilidad de cosechar volúmenes de grano aceptables, aunque más no sea para recuperar parte de los costos de producción.

Al respecto se recomienda no comprometer entrega de mercadería en forma anticipada, operando los rangos productivos de mínima de cada lote.

En cuanto a la producción de legumbres, también se vio afectada siendo la superficie sembrada menor a la campaña anterior. Sobre todo, para el cultivo de arveja, dado que al momento de la siembra las condiciones no eran adecuadas y el perfil ya presentaba baja humedad. Además, fueron afectadas por heladas tardías. En general presentan un escaso desarrollo y baja densidad, en donde los rendimientos máximos para lenteja no superarían los 400 kg/ha y 600 kg/ha en arveja, menos de la mitad de los normales. En ese sentido se aconseja extremar los ajustes en la cosechadora a fin de minimizar las perdidas en la misma y daños en los granos de manera de recolectar de eficientemente y preservar la calidad de las legumbres.

Indudablemente la sequía imperante tuvo un efecto negativo sobe los cultivos, pero también limitó significativamente la proliferación de malezas invernales. No obstante con las primeras lluvias relativamente importantes de la primavera y antes de la cosecha de los cereales de invierno es muy probable que comiencen a emerger malezas estivales principalmente Amaranthus y gramíneas anuales (Echinochloa, Digitaria, Urochloa, etc.). En ese sentido, los tratamientos de desecación deben realizarse con posterioridad a la cosecha, regulando la altura de corte para dañar lo menos posible a la maleza y a posteriori de una lluvia que “limpie” el follaje de tierra y otras impurezas.

Panorama de la Ganadería

La situación ganadera no escapa a esta realidad. La falta de agua resintió el estado de las pasturas y la producción de los verdeos invernales como avena y ryegrass. Todos ellos están terminando su ciclo con escasos rebrotes. Los campos naturales generalmente con pastoreo continuo no han presentado gran aporte de material forrajero para los animales.
El productor que disponía de reservas como rollos o silos, pudo mantener el estado corporal de la hacienda, pero se han consumido la mayor parte de las mismas.

Otra práctica que se presenta es el uso de cultivos de servicio (vicia, vicia más centeno, etc.) para enrollar y de esta manera suplir el gran bache que está atravesando la cadena forrajera.
El precio de los fardos o rollos se ha incrementado por lo cual se espera una escasez de recursos de fibra. Los altos precios en maíces y su destino a industria o exportación harán que muchos planteos ganaderos en la etapa estival se vean afectados. Como consecuencia negativa, en la última feria mensual aumentó la comercialización del stock ganadero bovino.
En producciones porcinas, el déficit hídrico afectó y, en algunos casos, se debieron reubicar a los cerdos para garantizar agua. Pese a la sequía dominante, no se resintió la producción.

Ahora es de esperar que a partir del precio en alza del maíz (representan el 60-65% costos) como el de los rollos, sobre todo para sistemas con cama, los productores se vean obligados a buscar estrategias para mitigar el impacto económico. El incremento en el precio del capón permitió sostener, en parte, la rentabilidad. En este sentido, se recomienda hacer eficiente el uso del alimento evitando perdidas en los comederos y ajustar la fórmula de la ración para optimizar la conversión. De igual modo se debería tener precaución con maíces de segunda por la posible presencia de micotoxinas que afecten el bienestar animal.

En referencia a los tambos, hacia inicios de octubre los cultivos de invierno destinados a silajes se pastorearon. Gran parte de las pasturas de alfalfa de primer año se las pastoreó en una oportunidad y prácticamente no rebrotaron. El stock de heno y silo se está terminando. El heno ya pasó de largo un corte. La siembra de maíz temprana que genera silajes en enero, no se realizó. En las zonas donde se registraron precipitaciones en los últimos días, se debe esperar no menos de 20 días para que se reponga la pastura de alfalfa. Algunos productores están intentando la siembra de maíz para silaje los cuales estarían disponibles un mes más tarde.

Cultivos de verano

En la actual situación se compromete seriamente la implantación de los cultivos de verano tal como el maíz, la soja, el sorgo y el girasol.

En cuanto a la campaña de maíz, salvo excepciones, la mayoría de los productores no han podido realizar las siembras tempranas o en fecha. De persistir estas condiciones se volcarán a siembras de maíz tardío. Esta estrategia implica que quedará comprometida la soja de primera y la disponibilidad de maquinarias para contratar servicios.

Una alternativa posible es la siembra de girasol, no obstante, existe poca disponibilidad de semilla para esta campaña.

En relación al sorgo que es un cultivo que se siembra en noviembre y diciembre, se prevé una baja de la superficie fundamentalmente por problemas de pulgón. Sin embargo, es una buena opción la elección de híbridos con muy buen comportamiento frente a esta plaga.
Se recomienda al igual que los otros cultivos de verano, en este año particular, retrasar la siembra del mismo de manera de asegurar buena disponibilidad hídrica al momento de la siembra además de un buen control de malezas, optando por híbridos de ciclos intermedios a cortos tratando de ubicar el periodo crítico del sorgo en buenas condiciones de humedad.

En lo que respecta al cultivo de soja en primera instancia y, teniendo en cuenta el almacenamiento de agua en el perfil según cultivo antecesor, sería aconsejable iniciar la siembra en aquellos lotes con mejor disponibilidad hídrica con cultivares de grupo de madurez superior al V medio (5.5 a 5.9) para posicionar el período crítico del cultivo en fines de enero y principios de febrero. En tanto que aquellos lotes con menor disponibilidad de agua útil a la siembra deberían posponerse hacia fines de noviembre y/o principios de diciembre y utilizar GM 4.8 a 5.2. Retrasar la siembra de soja de 1° hacia fechas donde regularmente se inicia la siembra de los cultivos de 2da nos permitiría un “ahorro” de alrededor de 100-120 mm en el ciclo total en una clara estrategia de penalizar rendimiento potencial y asegurando incrementar los “pisos de rendimiento”. Respecto a aquellos lotes que vienen de cultivo invernal se aconseja retrasar la siembra a mediados o fines de diciembre para permitir una eventual recarga del perfil y un adecuado control de malezas previo a la implantación del cultivo. En este caso la estrategia a seguir sería apuntar a cultivares de GM 4 a 4.4 que presenten buen crecimiento en altura y buena altura de inserción de la 1° vaina para colocar el período crítico en la 2da quincena de febrero. Estas estrategias son mayormente aplicables en toda el área de influencia de la EEA Oliveros, sin embargo, para el departamento Gral. López y los mejores ambientes del departamento Caseros y Constitución se debería adecuar reduciendo el GM a utilizarse. Las siembras de principios de noviembre podrían comenzar utilizando GM 5 a 5.2 y retrasando el uso de los GM 4.5 a 4.8 para mediados a fines de noviembre según oportunidad de lluvias. No hay que perder de vista que el cultivo de soja consume alrededor de 150 mm en sus primeros 60 días, con consumos diarios de 2-3 mm/día durante los primeros 20 días del ciclo vegetativo para pasar a 3-4 mm/día durante la fase final del vegetativo y comienzo de la floración. Con estas estrategias planteadas se podría sembrar tanto el cultivo de soja de 1° separando por calidad de ambientes sin generar “cuellos de botella” con la siembra del maíz tardío o de 2da.

En resumen, para quienes opten por cultivos de verano deberán tener en cuenta elaborar una estrategia de manejo de cultivo de manera de minimizar la influencia de momentos de estrés hídrico que coincidan con los periodos críticos ajustando ciclos de madurez y fechas de siembra, ampliar la ventana de siembra y ajustar densidad bajando en número de plantas logradas por hectárea. Adecuar la fertilización a las características del lote, proponiendo un rendimiento objetivo acorde a los pronósticos de lluvias de verano

Malezas

Otro aspecto importante a tener en cuenta es que bajo ninguna circunstancia deberá sembrarse sobre la maleza viva remanente del barbecho o cultivo invernal anterior. Es muy probable que se trate de plantas avanzadas en su ciclo y/o con una historia de estrés importante, dificultándose su control químico luego de la siembra y tornándose prácticamente imposible luego de la emergencia. Es probable encontrar rama negra (Conyza spp.) de distintos tamaños. Considerando el estrés al que esa maleza ha estado sometida como consecuencia de la sequía invernal, un doble golpe clásico, luego de que las plantas hayan recuperado su actividad, sería la opción recomendable. El raigrás es otra maleza que se puede encontrar al momento de la siembra de los cultivos de verano. Por lo anticipado de la estación posiblemente las plantas se encuentren en estado reproductivo muy avanzado. La sugerencia es acelerar la finalización de su ciclo con la aplicación de un desecante (paraquat). En situaciones extremas de malezas muy grandes, frecuentes en lotes que fueron descuidados luego de la cosecha del cultivo estival antecesor, el estado de las plantas puede superar el rango de acción de los herbicidas disponibles y ya no ser la opción recomendable.
La existencia de bancos de semillas de magnitud significativa, en especial de Amaranthus spp. (yuyo colorado) y gramíneas anuales, constituye a los herbicidas residuales en herramientas imprescindibles. El éxito de los mismos está estrechamente vinculado a su correcta elección, dosificación y aplicación. Pero también a la imprescindible ocurrencia de lluvias por lo que se sugiere no apresurarse y aguardar que el pronóstico indique la proximidad de precipitaciones. Luego de la siembra, el monitoreo del lote, realizado con prolijidad y frecuencia, ayudará a determinar el momento más oportuno para realizar los tratamientos de post emergencia. En ese sentido la maleza debe ser pequeña y estar en actividad plena, el cultivo en estado vegetativo y el ambiente hídrico, térmico y lumínico debe ser favorable

Si bien los herbicidas son instrumentos importantes en el manejo de las malezas, es evidente que no son suficientes. Se deben complementar con métodos no químicos con el fin lograr los mejores resultados: rotaciones, arreglos espaciales competitivos, fecha de siembra y todos aquellos aspectos del manejo que contribuyan a maximizar la interferencia del cultivo sobre las malezas.

Clima

En tanto a las tendencias climáticas para los últimos meses del 2022 e inicio del 2023 para la región, se esperan que ocurran precipitaciones menores a lo normal y temperaturas superiores a lo normal.

En cuanto a las proyecciones climáticas de macro escala, en relación al fenómeno del Niño Oscilación Sur (ENSO), la anomalía de la temperatura de las aguas superficiales del Océano Pacifico sigue siendo negativa. Por este motivo la fase Niña se mantendría hasta inicio del 2023. En cuanto al Dipolo del Océano Índico (IOD) se encuentra en fase negativa, con pronóstico de mantenerse en esta fase hasta finales de la primavera. Se estima que esta situación impactará negativamente en las precipitaciones de la región.

Conclusión

El panorama en el área de influencia de la Experimental del INTA de Oliveros y sus Agencias de Extensión, localizadas en el sur de la provincia de Santa Fe, es complejo. Por lo cual se recomienda consultar a su asesor de confianza para ajustar las decisiones de manejo adecuadas a cada tipo de necesidad.

AUTORES

Julia Ester CAPURRO
Marianela Sabrina DE EMILIO
Maria Jose DICKIE
Juan Martin ENRICO
Ignacio Roberto HUERGA
Juan Ignacio IBARLUCEA
Veronica Vanina JANKOVIC
Alberto MALMANTILE
Amalia Graciela MANLLA
Jose Maria MENDEZ
Cristina Elena MILLET
Ricardo PAGANI
Juan Carlos PAPA
Gabriel Maria PRIETO
Eduardo Alberto VITA LARRIEU
Francisco Victoriano CARDOZO
Violeta Gabriela PENNACCHI

UNIDADES

C.R. Santa Fe, E.E.A. Oliveros, Venado Tuerto, Arroyo Seco, Cañada de Gómez, Casilda, Las Rosas, Roldán, Totoras, Máximo Paz