En una reunión informativa, la Comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara de Diputados, conducida por Ricardo Buryaile (UCR), debatió este miércoles acerca de una iniciativa que propone la creación de un título de crédito agropecuario, como una herramienta más de financiamiento para el sector.

Autor del texto, tomó la palabra en primer lugar el cordobés Víctor Hugo Romero (UCR), quien destacó que "no es un proyecto individual, ha surgido de un trabajo colectivo" junto a un grupo de entidades del sector. Además, aclaró que "no es un proyecto que esté cerrado, está abierto" si se quiere "enriquecerlo".

El radical explicó que el título de crédito agropecuario "es un instrumento financiero para potenciar el sector agropecuario y su cadena de valor", al tiempo que resaltó que "no tiene costo fiscal" ni "ningún impacto en las finanzas o los recursos y gastos del Estado". Se trata de "aportar al sector agropecuario un instrumento más de lo que hoy ya existen", dijo.

Para el cordobés, "el principal sector productivo del país necesita esta herramienta", a la que calificó como "simple, de fácil acceso" mediante la cual "el productor o quien emita este título se endeuda a valor producto, se endeuda en principio de lo que produce" y "disminuye su riesgo y tiene un instrumento para poder cubrirlo en función de su activo".

En su exposición, Romero señaló que "quien emite el título se compromete a pagar valor-producto en distinto plazo", con un plazo máximo de 36 meses; en función del mercado de referencia que se defina. "El día antes del vencimiento se fija la cotización de ese mercado de referencia y se lo multiplica por la cantidad de los productos que han acordado" las partes, precisó.

Tras remarcar que "no devenga intereses", el diputado sostuvo que "siempre es importante tener mercados de referencias", pero admitió que "en algunas economías regionales no hay". Por eso, subrayó la importancia de la Comisión Nacional de Valores en la reglamentación. "La fortaleza de este título es que cuando llegue el vencimiento tenga un mercado transparente", expresó.

"Es un instrumento financiero más, como el cheque, como el pagaré, que tiene riesgo", admitió el legislador, pero apuntó que "para las PyMEs puede ser avalado por una sociedad de garantía o tener un aval bancario, y eso le da mucha más fortaleza".

Para los inversores, "es un instrumento de protección de ahorro" en lugar de "ir al dólar o a un plazo fijo", dijo Romero y subrayó que de esta manera se genera "un financiamiento al sector agropecuario muy sólido, que es un financiamiento que hoy no existe".

Entre los beneficios, enumeró que "facilita la inversión del sector agropecuario, dinamiza las operaciones comerciales, democratiza el acceso al financiamiento con la posibilidad de aquel que tenga ahorros y quiera invertir mediante este título".

En la misma línea, el legislador Rogelio Iparraguirre (FdT) manifestó que "en los sectores más dinámicos y más virtuosos de nuestra producción agropecuaria es donde más garantías existen para sostener el valor y hacer atractiva la trazabilidad", no así para "un productor caprino o de cítricos dulces".

Por eso, pidió porque este título "no termine siendo un instrumento más entre los sectores que ya de por sí son dinámicos económicamente y que no estarían necesitando el sostenimiento", y que no se termine "profundizando la inequidad con sectores que no tienen referencia".

"Tiene más fortaleza, es cierto, en aquellos en los que hay un mercado de referencia, pero atrás de ese mercado de referencia hay pequeños productores que no tienen acceso al crédito y que este es un instrumento importante", respondió Romero.

A su turno, el correntino Jorge Vara (UCR) reconoció que "el arroz, el maní, los porotos del NOA no se adaptan a este tipo de instrumentos y esto no quiere decir que el instrumento sea malo, me parece excelente". "No pretendamos reacomodar para que se adapte, porque no va a servir para una cosa ni para la otra. Para mí está hecha para productos de pizarra", señaló.

Invitado a exponer por el Mercado Argentino de Valores, Leandro Fisanotti calificó al proyecto como "muy interesante" y abogó: "Este título va a ser sumamente exitoso". "Si incorporamos un nuevo instrumento en esta dinámica de crecimiento es una potencialidad enorme de que haya flujos de financiamiento hacia los actores que participen", afirmó luego de precisar cifras de los últimos años.

"El sector agropecuario es uno de los más dinámicos de la economía argentina pero tiene una subrepresentación en el volumen de las operaciones", observó y consideró que este título favorecería "a los pequeños y medianos productores que tienen menos herramientas" porque "tener más inversores en el mercado termina redundando en beneficios para aquellos que, aún sin acceder a este instrumento, porque su producción no tiene un precio de referencia" provoca un "desplazamiento de inversores que pasan a tener más liquidez disponible para asistir a esos". "Los más sofisticados estarán más incentivados a ir a los sectores menos competitivos", agregó.

Por su parte, Eduardo Borri, presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola, expresó: "Vemos con buenos ojos este instrumento, porque una de las cosas que nos ocurre cuando el Estado disponibiliza créditos a tasa razonable es que se produce un boom de venta de maquinaria".

Para Borri, este instrumento "no va a restar, va a sumar y va a seguir motorizando nuestra actividad" porque "si hay algo que les gusta a nuestros clientes es endeudarse en la moneda en que ellos trabajan".

Hacia el final, Buryaile se refirió a la posibilidad de reinstalar los warrants -que funcionaron durante el gobierno anterior-, a los que definió como "una buenísima herramienta para defender la producción y el precio por parte de los productores". "Es uno de los instrumentos que le hace falta a la Argentina. En algún momento funcionó y habrá que aggiornarlo a la realidad, pero que le da financiamiento al productor y seguridad de cobro al acreedor", explicó.

Acompañó la idea su par Pablo Torello (Pro), quien propuso "acelerar el tratamiento" de una iniciativa en este sentido, de modo de "generar leyes para que todo el sector agropecuario pueda estar mejor atendido desde lo legal para poder desarrollarse". En esa línea, pidió buscar "acuerdos de largo plazo para que gobierne quien gobierne el sector pueda trabajar en paz".