MEJORAS SECTORIZADAS

El mes de agosto se caracterizó por mostrar un comportamiento con mejoras irregulares y sectorizadas, con algunas lluvias que incluso avanzaron sobre la provincia de CB. El sur de SF, sur de CB, LP, norte bonaerense y sudoeste de ER continuaron con precipitaciones muy pobres, afianzando las dudas para la normal evolución de los cultivos de invierno.

La primera década del mes pasado tuvo un arranque con lluvias generosas, las cuales impactaron fundamentalmente sobre el centro de la Mesopotamia, con máximos sobre el norte entrerriano. Las lluvias de buenos milimetrajes se extendieron incluso hasta el sudeste de SdE y algo de esa oferta de agua decantó hacia la provincia de CB, donde normalmente –en agosto- aún no se muestran precipitaciones de importancia.

Como vemos gran parte de la Mesopotamia tuvo buenas lluvias, con otro lógico máximo en el norte de Misiones, quedando el noreste de Corrientes influenciado por la falta de agua en la zona mediterránea del NEA. También el sudoeste entrerriano, la zona del predelta más que nada, se acopló a la muy escasa o nula lluvia del sur santafesino y norte bonaerense.

Desde este sector hacia el sudeste, nuevamente las precipitaciones se han comportado en forma razonable, favoreciendo que la zona conserve buenos valores de humedad.
También aparecen buenas lluvias en el noroeste de la Patagonia, las cuales son más extendidas hacia el este sobre la estepa rionegrina, aunque no quedan evidenciadas en el mapa. El patrón seco, con lloviznas y algunos eventos muy menores dominó el resto del área patagónica. El NOA, en tanto, transita la estación seca y aún no se han presentado indicios de transición para este sector.

Cuando comparamos los valores de lluvia registradas del mes de agosto con los valores estadísticos (1973-2021), lo primero que se destaca es el persistente déficit sobre la zona central del país. La escasez de precipitaciones en el centro mismo del núcleo tributario de Rosario, es muy inusual y con el mes de agosto, se acaba de cerrar en la zona uno de los inviernos más secos en más de sesenta años. Cuando gran parte de la región pampeana recibía lluvias a principios de agosto, se destacaban los salteos pluviales sobre este sector, algo que también se vio en gran parte de LP, oeste bonaerense y el sur costero de esta provincia. En tanto, gran parte del centro y sudeste de BA, logró un comportamiento pluvial cercano al normal, con algunos corrimientos positivos en escala reducida (zona Saladillo-Las Flores).

Una buena parte de la Mesopotamia presentó una suerte de comportamiento antagónico en las precipitaciones. El avance de las precipitaciones por el norte de SF, desde la zona de influencia de Reconquista hasta Banderas (SdE), queda caracterizado como desvíos muy destacados. Sin embargo, en norte del país hay un contraste importante entre el NEA, muy seco y el norte de la Mesopotamia bastante más húmedo.

El mes de agosto presentó jornadas con mucha amplitud térmica y si bien al realizar el promedio mensual de las temperaturas extremas, esto se refleja con anomalías negativas en las mínimas y positivas en las máximas, estos desvíos no han sido significativos. Si debemos destacar que hubo una semana con temperaturas notoriamente cálidas en el centro norte de la Mesopotamia y también la última irrupción de aire frío de agosto dejó importantes heladas que cubrieron gran parte del NEA (19 al 21), con hasta seis grados por debajo de cero en el centro de Chaco.

Las precipitaciones observadas en la transición de agosto para septiembre, volvieron a posicionar una máxima oferta de agua en el centro y noreste de ER, sudeste de Corrientes y gran parte de la provincia de Misiones, con lluvias más modestas que cubrieron el este de Chaco y Formosa, resto de Corrientes, centro norte de SF y el resto de ER. Es decir, el último pasaje frontal, volvió a encontrar las mejores condiciones para generar lluvias de importancia donde el mes de agosto dejó importantes anomalías. El transcurso del mes de septiembre, sobre todo pasando la primera década del mes, debería lograr una mejor cobertura de precipitaciones.