Golpe al contrabando de semillas transgénicas de soya y maíz en una planta de almacenamiento de semillas y granos instalada en el municipio de Cotoca del departamento de Santa Cruz. La Aduana Nacional y el Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (Iniaf), en coordinación con la Fiscalía y apoyo de las Fuerzas Armadas, allanaron y comisaron más de 620 toneladas de dichos granos, valuados en más de Bs 6 millones.

Según el gerente regional de la Aduana Santa Cruz, José Luis Mollinedo, el resultado exitoso del ‘megaoperativo’, en el que intervinieron más de 200 técnicos de la Aduana, del Iniaf, del Ministerio Público y efectivos de unidades tácticas militares que combaten el contrabando, es el resultado de un trabajo de investigación, rastrillaje e inteligencia realizado por la Aduana y el Iniaf, tras una denuncia anónima recibida.

“Existen indicios de que las semillas y granos decomisados son transgénicos, lo que atenta contra la salud pública de la población boliviana”, expresó Mollinedo, al detallar que se abrirá un proceso legal contra los propietarios de la empresa, por los delitos de contrabando de exportación agravada, en el marco del Decreto Supremo 4490, de abril de 2021.

Brenda Pardo, responsable del Iniaf en Santa Cruz, afirmó que se hizo una inspección, a raíz de una denuncia, a la planta semillera registrada en Iniaf y se encontraron varias ‘bolsas blancas’ cuya variedad de semillas de soya y maíz no están registradas y no está permitida su venta en el mercado. “La mercancía corresponde a una empresa que opera en la ruta a Cotoca”, anotó, al evitar revelar el nombre comercial de la firma.

El proceder debería ser igual

Desde la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), el presidente Óscar Mario Justiniano, expresó que desde dicha organización productiva se defiende siempre la legalidad y los correctos procesos, “si estos allanamientos y operativos corresponden a verdaderos y comprobados ilícitos no existen mayores comentarios”, puntualizó.

Sin embargo, Justiniano anotó que estas formas de proceder deberían ser iguales en todo los ámbito y circunstancias, sean estas instituciones privadas o públicas, “ya que en pasadas oportunidades fuimos testigos de denuncias públicas de acopio de productos transgénicos por instituciones públicas y no se procedió de la misma manera”, reprochó.

En la misma línea, Jaime Hernández, gerente general de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), valoró los esfuerzos realizados para frenar el contrabando de maíz y soya proveniente de Argentina, que, a juzgar por él, genera una competencia desleal al agricultor boliviano porque ese tráfico ilegal es producido con tecnología de transgénicos que no se permite utilizar a los productores locales.

No obstante, Hernández cree que aún los resultados son insuficientes porque la cantidad de contrabando que ingresa de Argentina es mucho mayor, lo que pone en riesgo la soberanía alimentaria del país, principalmente en maíz.

A decir del presidente de la Asociación de Productores de Semillas (Asosemillas), Pedro Peregrino, el uso de semillas de dudoso origen ha provocado el cierre de varios programas de investigación en soya y maíz de semilleras y, en el caso de importación de maíz híbrido convencional, hoy está en cero.