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La desprolijidad de la salida del gobierno del ahora ex ministro de Economía, Martín Guzmán, y la inestabilidad política que generan los roces dentro de distintas facciones del Gobierno, llevará a una mayor retención del productor.

Por su parte, la ministra entrante, Silvina Batakis, ya tuvo diálogo con el agro mientras estuvo al frente del Ministerio de Economía de la Provincia de Buenos Aires, en el período 2011-2015. En muchas ocasiones abogó por aumento en derechos de exportación, y en un escenario de expansión de gasto público, con las dificultades para financiarlo, esta cuestión podría resurgir. Esto coincide con una marcada caída de los granos en el mercado internacional, ocurre en el peor momento y, además, frena ventas también de negocios a futuro.

La recomendación es estar muy atentos y, por ahora, no hacer nada drástico. La compra de put -aún cuando queden precios muy bajos- puede ser una alternativa.

La volatilidad de los granos no es novedad, pero mientras antes era a la suba, ahora alternamos bajas pronunciadas con rebotes. En este contexto es clave no demorar decisiones.

Los fundamentos de los granos no cambiaron tanto, pero el climático de EEUU por lo pronto es bajista y el marco financiero lleva a los fondos a salir de sus posiciones.

Estamos frente a una de las campañas donde menos soja a precio se ha vendido. Esto podría forzar a la industria a pagar premios para forzar negocios.

Sigue demorada la siembra de trigo, con pocas lluvias, y se encienden las alertas. Por ahora no hay estimaciones de producción, pero con 10 mill.tt. de exportaciones ya autorizadas podríamos tener problemas.

En Argentina la cosecha de maíz tardío gana ritmo, pero la llegada a puertos viene lenta por el paro de transportistas y la falta de gasoil, aunque sí llegan más cantidad de camiones a puerto.

El problema de gasoil parece terminar en que para acceder al combustible en el segmento mayorista habrá que estar dispuestos a validar precios mucho más altos que en los surtidores, y la tarifa actual no da para ello. Todo apunta a un aumento de tarifas importante. Esto destrabaría la logística, pero encarecería los costos para el productor. Con los márgenes de este año se podrá pagar, pero no con los del año próximo y ello genera un panorama complicado.

Fuente: Universidad Austral