El mercado de Rumania aparece en Europa del Este como un cliente apetecible para las máquinas agrícolas argentinas.

Con 13,8 millones de hectáreas, el país cuenta con la quinta superficie agrícola más grande en el ámbito de la la Unión Europea (UE), pero actualmente registra un déficit de mecanización.

Por lo pronto, el parque de tractores es marcadamente más reducido en comparación con otros países de dimensiones similares, como son Italia y Polonia.

Este aspecto incide en los rubros de máquinas con las que pueden combinarse los tractores y condiciona la incorporación de equipos que requieren de mayor potencia.

En los campos rumanos están trabajando más de 220.000 tractores, un nivel que se considera reducido frente al parque de otros países europeos.

Además, un tercio de los tractores en Rumania tiene más de 20 años y el 73% de las unidades ya superó el período de funcionamiento recomendado de uso.

Este déficit se procura resolver con mayores niveles de importación que alcanzan a los U$S 700 millones anuales.

En el mercado rumano de máquinas agrícolas intervienen empresas que importan productos de John Deere, Claas, AGCO y CNH Industrial, además de marcas europeas.

Fisonomía

La cantidad de tractores tiene relación con el perfil de explotaciones agropecuarias que hay en Rumania.

Si bien se contabilizan más de 3.300.000 explotaciones, en su mayoría son de menor escala.
Se calcula que 1.770.000 unidades agrícolas trabajan menos de una hectárea mientras que apenas 87.000 superan las 10 hectáreas.

En consecuencia, el grado de mecanización todavía es bajo y se observa el uso de máquinas obsoletas.

Este cuadro de abundancia de tierras fértiles y falta de la productividad, está empujando a las explotaciones menores a formar asociaciones para agregar producción y posibilidades de comercialización.

Por otra parte, hay oportunidades atractivas para inversionistas extranjeros a través de precios subsidiados de la tierra, bajos costos de mano de obra y el potenciar para incrementar la productividad.

Necesidades

Para las máquinas agrícolas argentinas, las chances de abrir negocios en Rumania hoy se ubican en rubros de la logística granaria.

Es el caso de las embolsadoras y extractoras que junto con determinadas versiones de tolvas autodescargables pueden ganar su posicionamiento entre las explotaciones de mayor escala.

La siembra directa no es una práctica difundida en Rumania y, como en otros casos, requiere de un trabajo de difusión de sus ventajas.

Los principales cultivos de Rumania son el maíz, el trigo y el girasol. Sólo la cosecha de cereales asciende a más de 31 millones de toneladas.

La producción ha crecido en los últimos años y plantea la necesidad de contar con recursos para el almacenamiento, como pueden ser los que representan los silobolsas y las máquinas para guardar y extraer los granos.

Estos requerimientos se vuelven más importantes al considerar el papel de Rumania como exportador de commodities agrícolas.

Además, el país es una vía de salida a mercados externos para gran parte del sureste europeo a través del Danubio.

Desde Rumania se llega a otros países europeos y también a destinos del Mediterráneo oriental y de Oriente Medio.

Fuente: MaquiNAC