En el primer cuatrimestre de 2022, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) realizó 20 inspecciones de rutina a los depósitos, desmotadoras, hilanderías y deslintadoras de algodón, con el objetivo de verificar el cumplimiento de las condiciones establecidas por normativa sanitaria para cuidar la sanidad de la producción algodonera y evitar la dispersión del picudo.

Estos operativos son realizados por los técnicos de la Coordinación de Protección Vegetal del Centro Regional Chaco Formosa en el marco de las acciones del Programa Nacional del Picudo Algodonero. En la última recorrida realizada también contaron con la presencia de Jorge Orellana, técnico de la Dirección de Sanidad Vegetal del Senasa.

Durante los controles, los técnicos verifican la constancia de inscripción/reinscripción en el Registro Fitosanitario Algodonero del Senasa, los archivos de los documentos de tránsito vegetal electrónicos (DTV-e) que determinan el origen y destino de la mercadería transportada, el stock de la fibra de algodón y desperdicios, y la superficie de la planta total y cubierta.

Además, se realiza la inspección ocular de la planta, a través de la cual se observaron los diferentes procesos productivos que se llevan a cabo en la misma y se verifica que los transportes ingresen y egresen encarpados correctamente y desinsectados.

Se recuerda que la Resolución Senasa N° 22 del 20 de enero de 2016 establece que todas aquellas personas físicas y/o jurídicas que, por cualquier motivo, intervengan en el movimiento y/o tránsito de partidas de algodón y subproductos de algodón regulados en la presente resolución –ya sea como origen y/o destino– deben estar inscriptos en el Registro Fitosanitario Algodonero. Inscripción y reinscripción.

Asimismo, la norma aprueba la implementación del DTV-e para amparar el tránsito y/o movimiento en Argentina de fibra, grano, fibrilla, cascarilla, linter de algodón, desperdicios o desechos de desmotadora, de hilandería y algodón en bruto que pudiesen comercializarse dentro del país, exportarse o importarse, cualquiera fuere su calidad y modalidad –independientemente del origen de la misma–.

El objetivo de esta norma es realizar un seguimiento eficaz de la producción algodonera para determinar el origen del producto, efectuar el control sanitario y evitar los riesgos de dispersión de la plaga.

En lo que va de abril se realizaron 10 inspecciones y en los siguientes meses se llevarán a cabo controles a desmotadoras de algodón, hilanderías, operadores con depósito, fábricas y deslintadoras a fin de efectuar un control que asegure la sanidad de la producción algodonera.

Trampas de Picudo

Por otra parte, la visita de Orellana a Chaco incluyó un control de gestión y la supervisión del monitoreo digital de las trampas de picudo mediante la aplicación Fixbean en 5 lotes de algodón ubicados en los departamentos chaqueños de Fontana e Independencia.
En la ocasión se visitaron las estaciones de monitoreo de picudo y se registraron la cantidad de capturas de la principal plaga algodonera.

Se recuerda que el 15 de junio es la fecha máxima permitida para la destrucción de restos de algodón después de su cosecha y de esta manera quitarle al picudo los alimentos y el lugar en donde habitan hasta la próxima campaña algodonera.