La producción de frutos secos se ha incrementado en los últimos años, especialmente en zonas de Mendoza, San Juan y La Rioja. El creciente interés por esta actividad está relacionado con el potencial productivo y los niveles de rentabilidad.

“El nogal y el almendro son los árboles más implantados en la zona, las producciones de frutos secos están creciendo porque es un cultivo rentable y a la vez demandado por la población mundial que intenta incrementar y mejorar sus hábitos alimenticios”, explicó Nicolás Della Savia –referente de la empresa Daymsa Argentina–.

Dada la creciente demanda del mercado local e internacional, los productores buscan opciones que les permitan producir con el mínimo uso de insecticidas en los sistemas productivos. Es por eso que el INTA, la Asociación de Frutos Secos de Mendoza y empresas capacitan para que la producción sea más sustentable incorporando bioestimulantes.

“Se está buscando sustentabilidad, menor uso de fitosanitarios y también disminuir el agregado fertilizante sintéticos”, agregó Della Savia, quien trabaja para Daymsa una empresa española presente en más de 40 países y líder en la producción de bioinsumos.

Los bioestimulantes son productos que buscan estimular a las plantas en sus procesos fisiológicos, los más usados incluyen extractos de algas, aminoácidos y ácidos húmicos. La mayoría de los procesos de obtención son sustentables muchas veces derivados de otras materias primas o de otros procesos de producción.

Muchos de los productos también apuntan a mejorar la calidad del calibre de la nuez y la almendra. “Su utilización es una inversión, siempre y cuando se use como corresponde en los momentos y dosis que un técnico especializado recomiende”, mencionó Della Savia.