En cuanto a los cultivos tempranos, existe la posibilidad, en algunos casos, de evaluar una recuperación de los rindes a través del uso de un producto muy bueno de NUTRIFOLIAR, formulado para estas adversidades, AMINOFOLIAR.

De hecho, hace un par de campañas, en la zona de Vedia (Ruta 7, Buenos Aires), permitió un aumento de rinde en maíz, luego de una piedra, de 1.600 kilos por hectárea en el sector tratado frente a un sector testigo no tratado. Si bien no es lo mismo el granizo que este fenómeno actual, ambas son situaciones de alto estrés para el cultivo.

Las lluvias de esta semana con pronósticos de más caída en la zona núcleo, traerán alivio a los cultivos y la posibilidad de recuperación económica, que será mayor si se hace uso de herramientas que permiten dicha recuperación, como AMINOFOLIAR.

Si bien hay diferencias entre la soja y el maíz debido a sus hábitos de floración, por todos conocidos, en ambos casos la planta gastará enormes recursos energéticos en su recuperación debido a que -dicha recuperación- implica la síntesis de proteínas.

Por otro lado, en soja, la planta recomenzará con la formación de flores y frutos, para lo cual necesitará contar, en la flor y en las vainas, con nutrientes como el calcio y el boro. Como ambos nutrientes se absorben con el agua del suelo y tardan mucho en llegar a las flores y frutos (van por la escalera y con muletas), la planta aborta flores y frutos pues se autorregula. En ambos casos, síntesis de proteínas y abortos, generan pérdidas importantes que pueden ser remediadas con el uso de AMINOFOLIAR.

En efecto, AMINOFOLIAR proveé de los aminoácidos necesarios para la síntesis de proteínas y evitarle a la planta la síntesis de los mismos, ahorrando energía y tiempo. Por otro lado, evita el aborto de flores y frutos ya que entrega directamente a las flores y a las vainas, el calcio y el boro necesarios para que la planta los retenga.