¡Sí señores! Llegó el rebote.

Luego de tres jornadas de abruptas caídas, vino la mejora de precios de la soja.

Aunque, en rigor, la noticia tiene sabor agridulce. Porque, en buena parte la suba proviene de la falta de cumplimiento en los pronósticos sobre lluvias abundantes, cosa que, hasta ahora, no ha pasado.

Claro que ha habido excepciones, pero el cuadro general sigue siendo preocupante.

Este miércoles, los precios de la soja se elevaron en la rueda de Chicago. También aceite, que alcanzó a la suma de 1339,51 dólares. Y también, la harina.

Contribuyeron a las mejoras, algunas noticias ligadas a la demanda.

Existiría la intención de limitar, por parte de las autoridades de Indonesia, las exportaciones de aceite de palma.

Si se cumpliese tal intención, obviamente, la demanda sobre el aceite de soja crecería.

Además, los precios del petróleo siguen afirmándose.

Pero a la hora de la verdad, hoy por hoy, los precios parecen definirse en base a la estimación sobre la oferta futura de soja.

La posibilidad de que las precipitaciones, caídas y por caer, no logren dar vuelta la taba en América del Sur, opera como fuerte soporte sobre los precios de la soja.

Caminamos como trapecistas…

Especialmente, por los daños ocasionados en el sur de Brasil y en la mayor parte de nuestro país.

Paraguay también está afectado. Se estima una producción cercana a 6 millones de toneladas, cuando hace un mes se pensaba en algo más de 8 millones.

El consejero agrícola de EE.UU. en Brasil calcula una producción para este país de apena 136 millones de toneladas. Es un volumen inferior al estimado por el USDA (139 millones de toneladas).

Así estamos señores. ¡Templanza y coraje!