A pesar de la licuación de parte del gasto público en lo que va de 2021, el déficit fiscal acumulado en el período enero-noviembre 2021, sin incluir el invento de las rentas de la propiedad, suma $ 1,5 billones. Si se le restan los US$ 4.334 millones en DEG, el déficit se eleva a $ 1,9 billones. Una verdadera masacre de desborde fiscal considerando que como contrapartida al desborde del gasto público el Estado no brinda servicios básicos que le corresponden como seguridad, defensa, etc. Solo con ver la composición de gasto público se observa una gigantesca masa de recursos que son transferencia de recursos de los que generan riqueza hacia los que viven de la riqueza que generan otros. Situación que no se da en forma ocasional y transitoria, sino que viene de un largo período de creciente “estado presente” es decir “estado de bienestar”. Gigantescos y crecientes recursos destinados a los que se denomina gasto social pero Argentina tiene cada vez más pobres, desocupados, indigentes y jubilados agonizando con el nefasto sistema de reparto. En definitiva, es por ese gasto “social” que Argentina tiene cada vez más pobres, indigentes y desocupados.

Este déficit fiscal lleva a una fenomenal expansión monetaria y de deuda del BCRA y del tesoro. El déficit fiscal hasta el mes de noviembre fue financiado casi en un 80% con emisión monetaria.

Es más, la emisión se ha transformado en el principal ingreso tributario, considerando la emisión como el impuesto inflacionario no legislado. En efecto, el período enero-noviembre 2021 la emisión monetaria por Adelantos Transitorios y por Transferencias de utilidades fue el ingreso más importante del tesoro aun incluyendo los DEGs que el FMI el transfirió a Argentina en forma excepcional, como al resto de los miembros del FMI.

Gráfico 1


Como puede verse en el gráfico 1, sin incluir la emisión monetaria contra los DEGs, aunque habría restarla porque finalmente la emisión se hizo contra letras intransferibles del Tesoro, la emisión fue el ingreso más importante del tesoro hasta noviembre, en segundo lugar, se ubica el IVA, luego aportes patronales y el resto de los impuestos que pueden verse en el gráfico 1.

Es de imaginar que cuando se incluya diciembre, mes en el cual el BCRA ya emitieron $ 345.000 millones hasta el día 20 de diciembre (todavía falta ver qué pasa en los últimos 10 días del año) puede llegar a batirse el récord de emisión monetaria para financiar al tesoro, solo superada por octubre de este año con $ 352.712 millones

Es importante resaltar que el tema de la emisión contra DEGs es una especie de trampa contable. En efecto, el FMI le entregó DEGs al tesoro, el tesoro utilizó esos DEGs para cancelar parte de la deuda que tenía con el BCRA por Adelantos Transitorios, con lo cual, contablemente, se contrae la cantidad de pesos emitidos para financiar al tesoro al cancelarse parte de esa deuda. Sin embargo, luego el tesoro le quito los DEGs al BCRA para pagarle al FMI y a cambio le dio letras intransferibles, contra las que emite el BCRA para financiar al tesoro con Adelantos Transitorios. De manera que ahí hay una discusión técnica entre los economistas si los DEGs deben descontarse de la emisión para financiar al tesoro o solo es una pirueta contable, pero con efecto monetario expansivo.

La emisión monetaria viene con dos años de verdadero desborde. Para ponerlo en forma sencilla, comparando noviembre de 2019, último mes del gobierno de Macri, contra noviembre 2021, la cantidad física de billetes de $ 1.000 aumentó 5,5 veces, pasando de 255,4 millones de billetes físicos en noviembre de 2019 a 1.332,1 millones de billetes en noviembre de este año.

Tomando los precios que utiliza el INDEC para elaborar el IPC, con un billete de $ 1.000, en noviembre de 2019 se podían comprar 9,4 kgs. de pan francés y en noviembre de este año solo 4,9 kgs. Tomando los mismos meses de comparación, se podían comprar 3,8 kgs. de asado y en noviembre 2021 solo 1,3 kgs. En noviembre de 2019 se podían comprar 20 litros de leche y en noviembre pasado 11,2 litros.

Pero no conformes con aplicar este fenomenal impuesto inflacionario y quedarse casi sin reservas, el BCRA incrementó la deuda en LELIQs y Pases netos 4,4 veces en 2 años.

Gráfico 2


En millones de dólares al tipo de cambio oficial, la deuda del BCRA creció durante el gobierno de Alberto Fernández en US$ 23.666 millones. En total la deuda pública en estos dos años de mandato aumentó en US$ 63.881 millones. US$ 23.666 millones de aumento de la deuda corresponde al endeudamiento del BCRA y US$ 40.215 millones de deuda del tesoro.

En síntesis, el desmadre fiscal está llevando a que la emisión monetaria sea la principal fuente de financiamiento del tesoro, pero la deuda pública también está creciendo más rápidamente que con el gradualismo de Cambiemos, en tanto que en el BCRA la deuda de corto plazo vía LELIQs y Pases netos se disparó y está fuera de control.

Si el gobierno no está dispuesto a llevar a cabo reformas estructurales para bajar el gasto público, la única herramienta para reducir el déficit fiscal será licuar el gasto público y, por eso, la inflación continuará siendo una herramienta de política fiscal del gobierno.

Sin duda, el kirchnerismo está fumando en la destilería.

Fuente: Economía para Todos