La campaña triguera 2021/22 ya ha comenzado en el hemisferio norte, al tiempo que en los países del hemisferio sur las cosechadoras van avanzando a paso firme. Entre estos últimos, Argentina es un país clave en lo que respecta a la oferta global del cereal.

A nivel mundial, el mercado de trigo viene de romper récords históricos de producción en las últimas dos campañas luego de la fuerte sequía afrontada en el ciclo 2018/19. A su vez, a la par de las importantes producciones alcanzadas, la demanda ha convalidado dicha oferta mundial con un incremento notable en el consumo total, ajustando a la baja los stocks finales.

Respecto a las proyecciones de la campaña 2021/22, según los primeros sondeos hacia el mes de mayo del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), se esperaba superar ampliamente la producción 2020/21 con un nuevo récord en materia productiva de 789 Mt. No obstante, las condiciones climáticas no acompañaron favorablemente a algunos países claves del hemisferio norte, fundamentalmente al trigo de primavera en Estados Unidos, lo cual terminó repercutiendo en las proyecciones de la hoja de balance a nivel mundial hacia el mes de agosto. En este sentido, si bien la producción se mantendría en niveles récord la reestimación cayó 13,7 Mt ubicándose actualmente en 775,3 Mt y casi empatando el guarismo obtenido la campaña previa.


Por su parte, las proyecciones de consumo mundial (787,4 Mt) se mantienen prácticamente sin cambios a pesar de los ajustes a la baja en la producción y con un aumento de más de 10 Mt entre campañas, repercutiendo en los stocks finales (275,8 Mt) que terminarían en mínimos desde el ciclo 2016/17.

Indudablemente, tal situación ha tenido impacto en los precios internacionales del grano. El mes previo a la primera proyección de la campaña de trigo 2021/22 del USDA (mayo/2021), el grano sufrió un importante rally alcista debido a un clima frío y seco que estaba azotando fuertemente al trigo en Estados Unidos. Luego de la publicación de dicho informe, si bien ya se esperaban stocks iniciales a la baja y una fuerte demanda, la producción se proyectaba sólida según el organismo y holgadamente por encima del ciclo 2020/21, lo cual impactó con un recorte en las cotizaciones del trigo.

No obstante, tal como se comentó anteriormente, a medida que avanzaron los estadios de siembra del trigo en el hemisferio norte, se fueron deteriorando fuertemente las condiciones del grano especialmente en Estados Unidos y, un mes previo al ajuste a la baja realizado por el USDA en la producción mundial, el mercado comenzó a descontar una situación de desbalance con un nuevo rally alcista en los precios que actualmente se mantiene.


Tal situación está beneficiando a Argentina ya que, si bien se proyecta una producción al alza y un saldo exportable récord de 13 Mt, las condiciones globales la favorecen con un efecto precio positivo que se refleja en los valores FOB, que se están negociando actualmente en torno a los US$ 316/t. Entre los principales orígenes, Australia es el único país que no está acompañando con la tendencia alcista de los precios lo cual nos quita competitividad en el corto plazo con el sudeste asiático, una región que supimos abastecer en buena medida cuando el país oceánico sufrió graves sequías que recortaron fuertemente su producción de trigo.

En cuanto a las proyecciones regionales de producción y consumo, entre las zonas demandantes netas de trigo, en la campaña 2020/21 se registró un salto importante en el déficit del “este y sudeste asiático”. Ello, debido a un incremento importante en el consumo doméstico de China de 24 Mt entre la campaña 2020/21 y 2019/20 que actualmente se mantiene para el ciclo 2021/22. Asimismo, demás regiones demandantes netas también han incrementado su déficit por un aumento en el consumo o caída en la producción local, lo cual ha coadyuvado a consolidar su posición importadora en niveles muy superiores al registrado en campañas anteriores.

Respecto a las regiones con saldo exportable neto, es decir, que producen más de lo que consumen dejando un remanente susceptible de ser exportado, en el ciclo 2020/21 se alcanzó un mejor desempeño fundamentalmente en Oceanía que aumentó su excedente en 18 Mt, debido principalmente a la recuperación productiva de Australia. A ello, se suma el resultado favorable obtenido en los países de la ex Unión Soviética que también aumentaron su remanente plausible de ser exportado, lo cual compensó la menor producción de la Unión Europea. A nivel general, dichas regiones en su conjunto alcanzaron un récord histórico en materia de superávit productivo exportable, que permitió convalidar la mayor demanda mundial.

No obstante, si se analiza el balance entre producción y el consumo mundial, en el ciclo 2020/21 ya se encontró ajustado obteniendo un excedente de solo 515.000 toneladas para dicha campaña comercial. Mientras que para el ciclo 2021/22, se proyecta un peor escenario ante la merma productiva en algunas regiones como América del Norte y algunos países de la ex Unión Soviética, que repercuten en un resultado global negativo entre producción y consumo de 10 Mt.


Por último, si se analiza la variación de stocks finales por países se observa que las mayores pérdidas de reservas de grano se darían en el hemisferio norte, en sintonía con el magro resultado productivo en países claves en materia de producción y comercio del grano. En este sentido, se buscaría convalidar la demanda actual vendiendo stocks tal como el caso de Estados Unidos (↓ 7,1 Mt), Canadá (↓ 1,2 Mt) y Rusia (↓ 2 Mt). China, por su parte, obtendría una caída de stocks de 3,1 Mt, aunque en dicho caso por un consumo interno que se mantiene alto en términos históricos.


Por otra parte, si se observa el hemisferio sur, hasta el momento las proyecciones productivas son más favorables lo cual implica una tendencia de stocks finales entre estables y al alza en la mayoría de los casos. Si se centra la atención en los principales países exportadores, Australia y Argentina mantendrían muy buenos niveles productivos y aumento de stocks finales, con posibilidades de abastecer favorablemente la demanda internacional del cereal en un contexto de magros resultados en países exportadores claves.