¿Sabía usted que puede comprar la acción de uno de los bancos más importantes de la Argentina por el módico precio de dos empanadas? Por poco menos de $230, puede ser dueño de una parte de una entidad financiera. No, esto no es una mala publicidad para alentar a que el lector se meta de lleno a hacer inversiones, sino una advertencia: el mercado de capital local, una de las fuentes de financiamiento de las compañías, es cada vez más chico y de peor calidad.

“Increíble. El monto operado en acciones en BYMA es más chico que el monto recaudado por los juegos que administra Lotería nacional”, escribió esta semana en Twitter el economista Santiago Bulat. En 2019, último dato disponible para hacer la comparación, el monto operado en la Bolsa fue de $216.361 millones, según la Federación Iberoamericana de Bolsas. En cambio, ese mismo año la recaudación proveniente de los juegos que administra la Lotería Nacional fue de $240.952 millones.

Antes, una explicación: ¿Por qué importa el mercado de capitales y de qué sirve? Porque básicamente ayuda a conectar el ahorro de las empresas y las familias hacia la inversión en otras empresas y también en el Gobierno. En lo que respecta al sector privado, se comercializan acciones y otros instrumentos que les permiten a firmas conseguir fondeo para concretar sus proyectos de inversión. Las acciones, a su vez, prometen rentabilidad para quienes los compran, por lo que -si todo sale bien y no hay grandes bajas- debería haber un rédito económico para todos los que participan.

Ese mercado de capitales en la Argentina es cada vez más chico en relación con otras economías de la región. Así lo explica José Ignacio Bano, gerente de Research en IOL invertironline. “Hasta los ‘70, de todas las economías latinoamericanas la que tenía el mercado de capitales más grande era la Argentina en cuanto a valuación de empresas y montos operados. Hoy, está sexto: Brasil representa el 80% del total regional, México el 10% y el 10% restante se lo dividen, en orden de importancia, Chile, Colombia, Perú y la Argentina: eso te da una idea del deterioro”, detalla.

El panel líder, en el que se incluyen, justamente, las acciones líderes del mercado de capitales local, no solo se achicó en su valor en dólares sino en cantidad de empresas que lo componen, apunta Bano. En el pico de 2018, estaba conformado por 31 empresas y para poder adquirir al menos una acción de cada una de las entidades se necesitaban alrededor de US$170. Hoy, hay 23 empresas (25% menos) y se necesitarían tan solo US$47 para poder comprar al menos una acción de cada una de las compañías.

Sin embargo, advierte sigue siendo un mercado sofisticado y sólido. Hay individuos que invierten (a diferencia de otros lugares donde solo juegan los grandes fondos), hay variedad de instrumentos y el sistema está muy bien armado, suma Bano. Simplemente falta volumen de negocios.

El Merval -el índice de la Bolsa local- hizo el máximo de cierre en dólares en enero de 2018 cuando llegó a alcanzar un valor de US$1813, añade Bano. Hoy, ronda los US$400, pero llegó a valer US$300, un sexto de su valor. “Hoy no hay volumen porque venimos de cuatro años de un mercado con una baja muy fuerte y eso genera falta de interés: los que querían salir ya vendieron y hay pocos que quieren entrar. También se suman cuestiones más locales, porque no tenemos compañías tan innovadoras y eso genera que no haya tantos incentivos, y tampoco hay grandes fondos que compren activos de riesgo como las acciones”, describe Ariel Sbdar, cofundador de Cocos Capital.

Fernando Marull, socio de FMyA, suma otra razón macroeconómica: “El mercado de capitales casi no existe por los defaults, la hiperinflación, la falta de moneda y toda la historia que dejó a los argentinos dolarizados y sentados encima de una montaña de dólares, pero sin mercado de capitales en pesos”, señala.

Comparaciones odiosas

A fines de diciembre de 2016, la Comisión Nacional de Valores (CNV) aprobó la inscripción de Bolsas y Mercados Argentinos como un nuevo mercado de capitales. Así empezó una historia que se mide en Big Macs, según Fernando Bearzi, director académico Posgrado de Finanzas de la Universidad Católica Argentina (UCA). A su vez, BYMA fue el “nombre” con el que ese mercado de capitales también salió a cotizar en la Bolsa. “El día del debut, el 23 de mayo de 2017, BYMA abrió en $100 y cerró en $150, lo que implicaba unos US$9,15 por acción al tipo de cambio de ese momento o tres Big Mac en Buenos Aires. El 1 de abril del 2018 llegó a cotizar en $423, el equivalente a US$20,67 o 5,5 Big Macs. Hoy la acción que representa nuestro mercado cotiza a $810, el equivalente a US$4, lo que te alcanza justito para un solo Big Mac”, sentencia.

La misma comparación con Big Macs se puede hacer con la acción de uno de los principales bancos de la Argentina. Así lo explica Bano: al momento de los máximos del Merval, en 2018, la acción de Galicia (GGAL) cotizaba a $134,50 o US$7. Hoy, cotiza a $227,6, el equivalente a US$1,2. En 2018, entonces, vendiendo una sola acción se podían comprar 1,5 combos Big Mac medianos, mientras que hoy se necesitan casi cuatro acciones de este tipo para el mismo combo.

Se puede hacer el mismo juego con un celular Galaxy S9. En mayo de 2018 costaba $19.999 o US$877, dice Bano. Para poder adquirir el dispositivo había que vender 94 acciones de Banco Macro, 132 de BBVA o 168 de Galicia. Hoy, para poder comprar un celular parecido, el S21+ (que cuesta $154.999 o US$797), se necesitarán 429 acciones de Banco Macro, 563 de BBVA y 681 de Galicia.

Fuente: TN