En la jornada del jueves, el mercado de Chicago cerró con leves alzas, tanto para la soja como para el maíz, luego de las abruptas bajas resultantes del traumático reporte del USDA.

La demanda parece haber despertado, al menos en cierto nivel.

Un elemento de la demanda muy interesante es el del aceite de soja, que viene a amortiguar la presión vendedora ejercida por parte de los fondos a partir de las nuevas estimaciones de producción de soja para EE.UU. A ello se suma el avance de la cosecha en este país y la buena performance que está mostrando Brasil en esta campaña sojera.

¿A qué nos referimos cuando hablamos de aceite de soja?

A la entrada en vigencia de la disposición oficial por parte de India (un país, tremendo importador) dirigida a reducir los aranceles de importación de los aceites vegetales, razón por la cual las compras de oportunidad emergieron con fuerza.

Este jueves, el precio de este aceite se incrementó en alrededor de USD 18 por tonelada. Una mejora realmente notable, no prevista tan rápidamente por el mercado.

El punto es que, usualmente, cuando sube el precio del petróleo, también lo hace el del aceite. Por lo tanto, tiende a incrementarse el de la soja.

Si uno se detiene a observar el recorrido del precio del aceite de soja y el del petróleo, claramente, se visualiza cómo evolucionan en forma similar.

Dado que el precio del petróleo y de las energéticas en general vienen en sostenido aumento, por el momento, el valor del aceite de soja se muestra como el gran sostén del precio de la soja.

Es cierto que desde el 8 de este mes, el aceite estuvo en baja, luego de muchos días de suba, ahora, parece que ha retomado la senda alcista. Al menos, el miércoles y el jueves fue así.

El gráfico que sigue patentiza lo dicho.

Precio del aceite de soja (EE.UU.) USD por tonelada.

A lo largo de los últimos 30 días.


Observemos el recorrido del precio del petróleo.

Precio del petróleo en USD por tonelada

A lo largo de los últimos 30 días


¿Cuál podría ser la razón del alza del petróleo? Veamos…

Las industrias del petróleo de esquisto han logrado asustar a los mercados.

¿Por qué? En primer lugar, porque las empresas del petróleo de esquisto no han regresado al nivel productivo previo al COVID. Y en segundo lugar, porque estas empresas han dado a conocer su escaso interés en aumentar la producción, al menos en estos niveles de precios.

Para colmo, hay quienes vaticinan una escasez de gas natural en las principales economías del mundo, sobre todo cuando el frío del invierno haga de las suyas.

Es casi imposible saber el futuro de los precios, pero al menos sabemos que el aceite por ahora operará de sostén, razón por la cual podría afirmarse que difícilmente una pronunciada baja en el precio de la soja se haga realidad. Al menos, por ahora.

Pero, obviamente, nadie sabe qué nos depara el futuro.