Los gobiernos inyectaron ayuda masiva en sus economías, mientras que el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) otorgaron préstamos a los países más afectados por la crisis. Y aunque la meta era apuntalar a los sectores más vulnerables y sostener las economías, la deuda se disparó 12% en los países de bajos ingresos a un récord de 860,000 millones de dólares, señala el Banco Mundial.

A fin de año expira la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI), lanzada por las 20 naciones industrializadas (G20).

Riesgos

El BM asegura que el riesgo ahora es que demasiados países emerjan de la crisis del covid-19 con un gran sobreendeudamiento que llevaría años gestionar.