La propuesta presentada por el Poder Ejecutivo apunta a una disponibilidad de G. 584.242 millones para el MAG, por debajo de los G. 702.368 millones que había pedido para este 2021 al Congreso Nacional.

“Disminuir presupuesto significa menor alcance, eso es algo indudable, pero vamos a tratar de paliar con los proyectos que están enfocados en indígenas. También proyectos que están atrasados en su ejecución, debido a la pandemia y que vamos a estar reactivando”, dijo al respecto el ministro de Agricultura y Ganadería, Santiago Bertoni.

Entre las actividades más afectadas se encuentra el programa de mejoramiento de la agricultura familiar campesina e indígena, con una reducción del 58,1%; le sigue el mejoramiento de la inserción a mercados que tanto reclaman los labriegos cuando señalan que no pueden colocar sus productos o que sus precios no cubren ni los costos. Los recursos para el efecto bajaron de G. 76.232 millones a G. 42.523 millones. En cambio, los gastos por servicios de aseo, mantenimiento y reparación se duplicaron y pasaron a G. 12.141 millones.

De acuerdo con Bertoni, en el marco de un programa de fortalecimiento institucional, se renovarán todas las agencias de Extensión Agraria, lo que implica el equipamiento y modernización. Sobre el PGN dejó abierta la posibilidad de pedir ampliaciones ya el próximo año, pero de momento está negociando con Hacienda para incluir la reposición de funcionarios que se jubilaron, renunciaron o fallecieron.

Actualmente, el MAG tiene capacidad de asistir al 35% de pequeños productores.

Preocupa a campesinos menor fondo para asistencias

Para la Federación Nacional Campesina (FNC) es una constante la disminución de presupuesto para el sector. Teme que no pueda ser posible la reactivación de la agricultura familiar que viene reclamando desde hace varios años.

La dirigente Teodolina Villalba explicó que en este contexto costará aún más reponerse de la sequía y heladas que destruyeron los cultivos en las pequeñas fincas. “Estamos preocupados porque significa que habrá menos posibilidad de reactivar la producción campesina”, expresó.

Para el sector es urgente la asistencia técnica y provisión de infraestructura para lograr una producción que pueda competir con los importados que acaparan el mercado local.

“Esta política es a propósito para que al campesinado e indígena abandonado le puedan sacar sus tierras”, agregó Villalba, sobre el conflicto de tierras en el interior del país entre campesinos y empresas dedicadas al agronegocio.