En el presente articulo, pretendemos continuar analizando aspectos nutricionales y de manejo en relación a la elección de la época y duración del servicio (“entore”) y consecuentemente la época y duración de la parición.

En esta provincia donde el pastizal natural es el recurso forrajero base para la alimentación del rodeo, una acertada carga animal y una buena elección de la época y duración del servicio, son requisitos indispensables para lograr un adecuado estado nutricional de los animales y consecuentemente una buena producción por vientre.

En un sistema de cría, es aspiración lograr un ternero por vaca por año. Pero para que esto suceda no se deben producir retrasos sistemáticos en la parición. Esto debe verificarse en forma sucesiva cada 365 días. Considerando que el período de gestación (preñez) de la vaca es aproximadamente 280 días, ésta debe tener la oportunidad de ser servida dentro de los 85 días siguientes al parto, y si tenemos en cuenta que luego del parto tiene lugar un anestro normal (periodo en que la vaca no es fértil) de 40 a 55 días, solo quedan 40 días en los que la vaca debe quedar preñada.

El funcionamiento reproductivo normal de una vaca es muy sensible a varios factores, entre ellos al nutricional. En consecuencia, en animales que sufren deficiencias nutricionales, los ciclos ováricos (21 días de duración) aparecen en forma irregular o se suprimen (anestro posparto mayores de 80 días), reduciéndose las posibilidades de concepción (preñez) y consecuentemente el porcentaje de parición y destete del rodeo.

Por lo tanto, es imprescindible una adecuada alimentación si se desea lograr una buena producción por vientre (vaca). Para esto, se debe tener en cuenta que los requerimientos nutricionales de la vaca, tanto en calidad como en cantidad, varían de acuerdo al estado fisiológico (preñada, lactante, vacía, seca) en que se encuentre. Dichos requerimientos nutricionales son mínimos al comienzo de la gestación, aumentan al final de la misma, especialmente en los últimos 2 meses, y se hacen máximos hacia el segundo - tercer mes de lactancia. Este ultimo período (lactancia) es muy importante ya que normalmente se superpone con el servicio, momento en que se define la producción de terneros para el año siguiente. Si bien al promediar la lactancia, los requerimientos nutricionales de la vaca comienzan a descender, el consumo de forraje por los terneros se incrementa, por lo que las necesidades nutricionales del rodeo se mantienen altos hasta el destete.

Es necesario considerar ahora los recursos forrajeros disponibles. Si bien existen distintos ambientes en la provincia, en general tanto los pastizales naturales como las especies forrajeras exóticas, se caracterizan por una marcada estacionalidad en su crecimiento, siendo coincidente con la época de mayores precipitaciones (Diciembre – Abril). La época de crecimiento de los pastos, no solo tiene importancia por la abundancia de forraje, si no en alto grado por su calidad. Se puede generalizar diciendo que la calidad es excelente durante la época de mayor crecimiento (fines de primavera, verano y comienzo de otoño) y mínima durante el invierno cuando el forraje está en estado de seco o diferido. Todo lo dicho anteriormente, se corresponde a pastizales y pasturas que no reciben riego.

Después de haber analizado brevemente los requerimientos nutricionales de la vaca y la variación en cantidad y calidad de los recursos forrajeros es posible ahora seleccionar la época y duración del servicio y consecuentemente de la parición. Una acertada elección será aquella que haga coincidir el período de mayores requerimientos de la vaca con la época de mayor cantidad y mejor calidad de los recursos forrajeros. Si consideramos lo anterior, en general en la provincia, se debería iniciar el servicio entre el 15 y 31 de Enero, siendo la duración no mayor a 90 días. Si bien lo anterior es cierto en términos generales, cada productor debería ajustar la fecha de iniciación del servicio considerando las condiciones particulares de su campo; dado que pueden existir variaciones locales en la disponibilidad de forraje de calidad, debido a situaciones particulares de terreno o a disponibilidad de pasturas bajo riego.

No obstante, una elección acertada de la época y duración del servicio no es suficiente para asegurar una buena alimentación de los vientres; es necesario también complementarla con una adecuada carga animal. Ya que de nada vale una acertada elección de la época si la cantidad de forraje disponible para cada animal, no alcanza a cubrir sus requerimientos. Si la carga animal es excesiva, los animales se transforman en enemigos luchando por una misma porción de alimento, lo que se puede observar por un paulatino desmejoramiento del estado del animal y bajos índices reproductivos (preñez, parición y destete). Una carga animal excesiva durante largos periodos produce también un paulatino desmejoramiento de los recursos forrajeros incrementándose las zonas de “peladares” (zonas sin pasto). Todo lo anterior se traduce en una baja producción global del sistema.

El servicio estacionado de 90 días supone además otras ventajas tales como: a) el nacimiento parejo de los terneros, sin cabezas ni colas de parición muy distanciadas, por lo que se los podrá destetar a todos en un periodo razonablemente corto de tiempo simplificándose el manejo; b) permite un control más simple de la eficiencia reproductiva del rodeo; c) en campos con mediana infraestructura (con divisiones interiores), permite separar los animales según necesidades nutricionales y de esta forma ubicar los que tienen mayores requerimientos en los mejores potreros; y d) permite efectuar el aprovechamiento mejor y más barato de los recursos forrajeros, ya que todos los vientres se encuentran en estado fisiológico similar de altos requerimientos nutricionales en el momento de mayor disponibilidad de forraje.

Para concluir podemos decir que para lograr alta eficiencia en el rodeo de cría es necesario:

a) hacer coincidir el periodo de mayores requerimientos de los vientres (especialmente desde la parición hasta el destete) con la época de crecimiento de los pastos, lo que en general en la provincia se logra iniciando el servicio entre el 15 y 31 de Enero, con una duración de 90 días,

b) que la disponibilidad de forraje sea abundante durante el mismo periodo, lo que se puede lograr adecuando la carga animal y reservando potreros de de pasturas o de pastizal natural en buenas condiciones.

Por Carlos Alberto Ferrando - Pedro Namur
Fuente: INTA - E.E.A. La Rioja