A propósito de buscar alternativas para revertir la disminución en la producción nacional del café e impulsar su comercialización, industrialización, certificación y consumo en el mundo, en el Senado de la República inició el análisis de la iniciativa para expedir una nueva Ley de Fomento a la Cafeticultura.

Durante la inauguración del foro para discutir este proyecto elaborado por el senador Eduardo Ramírez, el presidente de la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal Ávila, afirmó que quienes se dedican a la producción de café integran a uno de los sectores más vulnerables de la población.

También señaló que los productores requieren apoyos financieros accesibles, acompañamiento técnico, así como asesoría comercial para competir en el mercado internacional; además de asesoría organizacional para compra de insumos y posicionarse en condiciones competitivas.

La producción de café en México -detalló- muestra una disminución notable durante los últimos cinco años, por el escenario adverso generado por la fijación de precios en el mercado internacional, así como por las afectaciones derivadas del cambio climático, como sequías y plagas.

El presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado puntualizó que 95 por ciento de estos productores son minifundistas, es decir, que tienen cinco hectáreas o menos; además, denunció, no cuentan con acceso a créditos ni a seguridad social.

Por ello, celebró la iniciativa del presidente del Senado, Eduardo Ramírez, para integrar un programa rector que promueve la producción, comercialización, industrialización, certificación y consumo del café mexicano en el mundo.

Es mucho lo que el sector cafetalero aporta a la economía nacional, afirmó el legislador, por lo que consideró necesario incrementar la inversión pública y promover la seguridad social para propiciar mejores condiciones de vida para quienes se dedican a esta actividad.

Subrayó que es ineludible diseñar políticas integrales que eviten la atomización de los apoyos dirigidos al sector, pues algunos han sido diversos y se han aplicado con objetivos diferentes, lo cual ha generado mayor desigualdad entre productores.

Monreal Ávila reiteró que se deben impulsar modelos de producción agroecológicos y sostenibles desde el punto de vista social, económico y ambiental que eleven la calidad del café mexicano.

El senador Ovidio Peralta Suárez, en tanto, dijo que se han reducido considerablemente las hectáreas para el cultivo de café, ya que de 741 mil que se cultivaban en 2010, pasaron a sólo 712 mil hectáreas en 2018 y eso implicó una disminución en la producción del grano de cerca de 600 mil toneladas, en el mismo periodo.

El legislador de Morena afirmó que la determinación internacional del precio del café ha afectado severamente a las y los productores nacionales, situación que se agrava con la plaga conocida como la roya, destacó el secretario de la Comisión de Reforma Agraria.

Miles de familias campesinas e indígenas, agregó, viven del cultivo y la cosecha del café, incluso, un importante sector de jornaleros centroamericanos llega, principalmente a Chiapas, a trabajar en esta actividad.

El senador José Narro Céspedes explicó que el café representa el cinco por ciento de las exportaciones totales del país, por lo que es necesario que México fortalezca el apoyo a la producción, comercio y regulación del grano para darle valor agregado, a fin de que este producto nacional recupere su posición en el mercado internacional.

Las zonas de la Sierra Madre del Sur y la Sierra Madre Oriental son las principales áreas donde se siembra el grano, mismas que están rodeadas de poblaciones inmersas en la pobreza, quienes son parte de la cadena productiva, por ello -dijo- es necesario replantear los mecanismos de respaldo del Gobierno, para beneficiar a dichas comunidades.

“Queremos pedirle a nuestro presidente de la Junta de Coordinación Política su intervención para poder cristalizar, en los próximos días, reuniones con el Secretario de Hacienda para revisar una serie de temas como el presupuesto asignado al campo”, concluyó el presidente de la Comisión de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural.

La senadora del PRI, Beatriz Paredes Rangel, dijo que la iniciativa representa una base para iniciar el diálogo con todos los actores de la cafeticultura, pero sobre todo con las organizaciones campesinas indígenas que son trascendentes en dicha industria.

Es necesaria una legislación integral, que favorezca la cadena productiva y nos permita competir en el mercado mundial, no sólo por volumen, sino por la calidad del café, desde su siembra hasta su industrialización, asentó.

El senador Ernesto Pérez Astorga, de Morena, consideró que la creación de un fondo estabilizador para apoyar al sector es una estrategia viable; sin embargo, representa un reto puesto que existen cerca de 500 mil productores en 15 estados del país.

También resaltó que 80 por ciento del café que producimos proviene de pequeños productores de comunidades indígenas, que se encuentran por debajo de la media de pobreza internacional. Así, nuestro deber no sólo es posicionarnos en el mundo, sino mejorar las condiciones de vida de todas las personas que trabajan en el rubro.

Las y los representantes de productores de café, que participaron en el foro, coincidieron en que la calidad del grano distingue a México en el mercado internacional; además, celebraron la iniciativa y solicitaron a las y los legisladores que consideren las necesidades de apoyo que requiere el sector.