Unilever dijo que aún está ultimando los detalles, pero adelantó que trabajan
en una alternativa al estilo semáforo, similar a las que se está probando
actualmente en Gran Bretaña, que clasifica los productos en función de su
respeto al medio ambiente. Luego, podría complementarse con datos más
específicos online.
Las etiquetas mostrarán información sobre las emisiones totales de gases de
efecto invernadero de la que es responsables el producto, contabilizadas desde
el campo hasta la mesa.
La compañía dijo que espera implementar las etiquetas de carbono en sus 75.000 sus productos alrededor de 2026. Sin embargo, admitió que los datos en los que se basaría el sistema de etiquetado no podían ser 100% precisos.
«Anunciamos por primera vez en junio de 2020 nuestra intención de comunicar el impacto de carbono de nuestros productos», dijo un portavoz de la empresa. «En esta etapa, esperamos que la información esté disponible en nuestros primeros productos a finales de este año, ya sea en América del Norte o Europa».
Marc Engel, jefe global de la cadena de suministro de Unilever, dijo al Independent que la decisión se debió en parte a que los consumidores más jóvenes están «muy afectados por el cambio climático» y estaban dispuestos a «utilizar su comportamiento de compra para enviar un mensaje».
«Tenemos la intención de implementar etiquetas de carbono en toda nuestra
gama de productos durante los próximos dos a cinco años y creemos que
transformará no solo las acciones de los consumidores, sino también de las miles
de empresas en nuestra cadena de suministro».
Para los datos, Unilever utilizará una combinación de promedios industriales tomados de bases de datos aprobadas, medidas reales de carbono «donde las tengamos», dijo Engel. «Creemos que nuestras etiquetas tendrán una precisión del 85%», dijo el ejecutivo.
Unilever está invirtiendo millones de libras esterlinas en focus groups y comentarios de los consumidores antes de decidir qué forma tomarán sus etiquetas, dijo.
Fuente: Bioeconomia.info - Emiliano Huergo
