Pese a que los indicios climáticos en EE.UU. no son para nada favorables a la producción de maíz y soja, el mercado mundial sigue su derrotero de vaivenes.

Y la volatilidad hace de las suyas.

Hay claros indicadores de una incipiente sequía, con elevadas temperaturas en la zona agrícola por excelencia del país.

Sin embargo, se han registraron recientemente bajas en los precios, por las tomas de ganancias de parte de los fondos de inversión, luego de la mejora de la anterior jornada.

Una mirada fría sobre el comportamiento del mercado muestra que, de no haber sido por los pronósticos climáticos, las bajas habrían sido más acentuadas.

Este jueves se publica el informe del USDA y se espera que el organismo recorte las estimaciones de stocks para EE.UU.

Ello es consecuencia de dos factores.

Uno viene de la industria del etanol que en EE.UU. ya está operado normalmente, después de haber sufrido crudamente el problema de la pandemia.

Otro viene de la fuerte demanda de China que ha acentuado sus importaciones procedentes del país del Norte, puesto que, desde Brasil, se ha complicado el cuadro. La sequía en el país vecino golpeó duramente la producción de maíz de segunda.

En tanto el calor no cede en la Mid-West de EE.UU.

Las elevadas temperaturas castigan Dakota del Sur y del Norte, con preocupantes pronósticos. Tampoco son demasiado alentadoras las perspectivas para estados como Iowa, Illinois, Missouri, Minnesota, Indiana y Ohio.

El mapa que sigue muestra el pronóstico de temperaturas para junio, donde el norte más próximo a los grandes lagos se advierte la estimación de temperaturas por encima de lo normal.

El mercado climático se prepara para entrar en escena con fuerza.

Quienes pronostican el tiempo en EE.UU. serán actores de primera línea de ahora en más.

Los indicios son favorables para los precios. Veremos qué va pasando…