En un contexto de demanda que no muestra signos de alteración, sobre todo porque China, a consecuencia de la fiebre porcina cuya producción hoy está en franca recuperación, no alienta disminuir las importaciones de soja, el cuadro global es realmente incierto.

Si la demanda global sigue firme…¿por qué es incierto?

A modo de síntesis, se puede decir que hay dos fuerzas, hoy por hoy, contrarias; que luchan por avanzar, pero cada una en sentido contrario.

Son dos locomotoras enfrentadas.

Una de ellas viene de la evolución de la campaña agrícola en EE.UU. y de la apuesta de los fondos que siguen las expectativas favorables de producción que se registró durante la semana pasada.

Por ello, los precios siguen en baja, porque esta fuerza parece ganar la contienda por ahora, aunque en rigor, este lunes último día del mes, no contó con la referencia de Chicago, por ser feriado nacional.

Así las cosas, el mercado local operó sin precios de referencia y actividad comercial fue limitada, con menos compradores activos.

Con este cuadro, los precios bajaron. El precio en pesos fue de $ 31.610.

Pero, existe otra fuerza: la de los mercados financieros.t

Esta locomotora todavía parece tener gasolina. Mientras así sea, ayudará a la mejora o sostenimiento de los precios.

Hasta muy recientemente, parecía que los activos financieros retomaban, después de muchos meses de baja, una senda ascendente.

Sin embargo, en estos últimos días el cuadro no se advierte así.

El dólar, por ejemplo, ha reiniciado su camino descendente.

El gráfico que sigue muestra su recorrido desde abril del año pasado a la fecha.

El dólar se halla hoy por hoy bajo una fuerte presión; los inversores moderaron sus temores al avance de la inflación en EE.UU en tanto que esperan el resultado de las cifras de empleo a publicarse al final de la semana.

Al mismo tiempo, la Reserva Federal sigue claramente en su postura de política monetaria ultra expansiva.

No debería llamar demasiado la atención de que el dólar tenga un recaída luego de un período de alza. El gráfico sobre el índice dólar es elocuente.

Acá puede estar la esperanza para que la soja, al menos por un tiempo, no siga en descenso. E, incluso, que pueda recuperar algo de terreno.

Obviamente, la última palabra la tendrán las condiciones climáticas en EE.UU.