El lunes con precios en baja, como en varias jornadas de los últimos días, fue marcado por la acción de los fondos. ¿La razón? Capturar ganancias.

La presión vendedora de ellos, durante los últimos días, podría estar nublando la visión sobre un cambio más bien estructural al que estaría asistiendo el mundo, fundamentalmente, a consecuencia de la demanda de Asia, con China a la cabeza.

En este caso, no se trata de una cuestión, digamos así, más bien financiera sino algo propio de la economía real.

En definitiva, hoy, China se ha convertido en la segunda economía mundial, detrás de EE.UU. Su PBI llega a casi USD 16 billones; es decir que es el 17% del PBI global.

Por si ello no fuera poco, este gigante asiático fue la única de las grandes economías que logró aumentar su PBI durante 2020. Mientras todas caían, ella subía.

Fue de un 2,30%, pese a la pandemia.

Por tal razón, la acción importadora de insumos para la alimentación se ha mostrado vivita y coleando. Sobre todo a partir de abril de 2020, cuando el dólar comenzó a caer.

Además, el PBI de este país creció en el primer trimestre de este año nada más y nada menos alrededor de un 18%. Ello nos hace estimar que su crecimiento va a lleguar más o menos a un 10% durante al año 2021.

Increíble… ¿no? Este es un fenomenal sostén para los precios internacionales.

Hasta ahora hemos hablado de la economía real. De seguir así, los precios deberían mantenerse en buenos niveles..

Respecto al aspecto financiero, de características coyunturales, la situación sigue siendo positiva para los precios agrícolas, pese a que en un momento dado parecía que el cuadro había cambiado.

Según la estimación de a OCDE los bancos centrales de EE.UU y Europa habrían volcado una enorme cantidad de dinero en sus economía para afrontar los problemas de la pandemia.

Se trataría de un aporte de liquidez de alrededor de USD 16 billones.

Merece especial atención el comportamiento de la Reserva Federal de EE.UU. La gigantesca emisión de dinero ha llevado a una fuerte devaluación del dólar respecto a las demás divisas.

El gráfico muestra cómo el dólar fue perdiendo valor hasta que se inició este año. A partir de ahí, comenzó su recuperación. Tal comportamiento ha llevado a pensar, en aquellos días, que podría haberse iniciado un período de ajuste a la baja para los precios agrícolas.

Futuros Índice dólar


Sin embargo, desde el 31 de marzo y a lo largo de abril, el dólar volvió a recorrer una senda descendente. Y ello abre una puerta de fortaleza para la demanda de los granos y de los subproductos.

El gráfico, ampliado de la última etapa, lo muestra

Claramente, se observa el punto de inflexión hacia la baja a fin de marzo.

Hay razones, entonces, para estimar cierto sostenimiento de los precios para los próximos meses.

Veremos cómo sigue el cuadro.