La campaña 2020/2021 se acerca a su fin después de haber experimentado fuertes anomalías, que incidieron negativamente en la producción del agro argentino.

El rasgo distintivo de la temporada 2020/2021 fueron los fuertes vientos polares que inundaron el Hemisferio Sur con una masa de aire frío y seco, produciendo frecuentes descensos térmicos por debajo de lo normal, al mismo tiempo que redujeron las precipitaciones, no sólo sobre gran parte de América del Sur, sino también sobre el Sur de África y Australia.

Adicionalmente, los vientos polares impulsaron la corriente marina fría de Humboldt hacia el Ecuador, enfriando la Costa Americana y el Océano Pacífico Ecuatorial, dando un cuadro muy similar a un episodio de “La Niña”, que sumó su influencia negativa al proceso.

Como es usual durante la estación de otoño, en estos momentos, el sistema climático tiende a normalizarse, abriendo la transición hacia el escenario que dará marco a la siguiente campaña.

Aunque es demasiado temprano para hacer un diagnóstico completamente certero, puede señalarse que la campaña 2021/2022 apunta a una evolución menos perturbada, pero no exenta de riesgos.

REANÁLISIS DEL VERANO 2021

Gracias a la reducción de la actividad de los vientos polares, durante el mes de enero, los vientos del trópico pudieron penetrar hasta el interior del Cono Sur, llevando lluvias abundantes a la mayor parte del área agrícola. No obstante, durante febrero, la reactivación parcial de “La Niña” volvió a reducir las precipitaciones sobre gran parte del Cono Sur, determinando la reaparición de importantes focos de sequía.

Marzo observó una distribución de precipitaciones más generosa, pero que no fue suficiente para compensar los déficits acumulados durante el mes anterior, por lo que buena parte del área agrícola continuó registrando faltantes de humedad.

Otoño

Desde el punto de vista del ENSO el otoño 2021 evolucionará dentro un escenario Neutral levemente frío, pero al mismo tiempo, los vientos polares volverán a hacer sentir su influencia.

Las tormentas cordilleranas se activarán con vigor, aportando humedad al oeste de la Patagonia, y beneficiando parcialmente al sudoeste de la Región Pampeana, pero inundando el interior del Cono Sur con aire fresco y con bajo contenido de humedad, de manera que sólo las zonas más próximas al Océano Atlántico recibirán buenos aportes de humedad.

Este proceso producirá cortos e intensos descensos térmicos, pero sin causar heladas otoñales tan intensas como en la temporada anterior.

La disminución estacional de la radiación solar y temperatura reducirán la evapotranspiración mejorando el aprovechamiento de las precipitaciones, pero sin lograr compensar los déficits que afectan al interior del área agrícola. Las altas cuencas de los grandes ríos Paraná y Paraguay entrarán en su estación seca, por lo que sus alturas volverán a entrar en disminución, manteniéndose por debajo de sus niveles normales.

Invierno

El invierno 2021 mostrará una acentuación de los rasgos que comenzaron a perfilarse durante el otoño.

Desde el punto de vista del ENSO persistirá un escenario Neutral levemente frío, pero aunque sin alcanzar el nivel de la temporada anterior, los vientos polares intensificarán su influencia.

Las tormentas cordilleranas continuarán con vigor, aportando humedad al oeste de la Patagonia, pero inundando el interior del Cono Sur con aire fresco y con bajo contenido de humedad, de manera que sólo las zonas más próximas al Océano Atlántico recibirán buenos aportes hídricos.

Desde el punto de vista térmico, continuarán observándose cortos e intensos descensos térmicos, pero es probable que no se registren heladas invernales tan intensas como en la temporada anterior.

La disminución estacional de la radiación solar y temperatura producirán un mínimo en la evapotranspiración mejorando el aprovechamiento de las precipitaciones, pero sin lograr compensar los déficits en el interior del área agrícola.

Los faltantes de humedad y las bajas temperaturas volverán a generar grandes masas de material vegetal seco y combustible, dándose condiciones propicias para la producción de incendios.

Las altas cuencas de los grandes ríos Paraná y Paraguay continuarán en su estación seca, por lo que cabe esperar un estiaje de fin de invierno por debajo de los niveles normales.

Primavera

Al llegar la primavera 2021, los vientos polares reducirán su intensidad, haciendo que las tormentas cordilleranas reduzcan su vigor, y dejen de enviar aire frío y seco hacia del interior del Cono Sur.

Pero es probable que el Océano Pacífico Ecuatorial se enfríe un tanto, pasando a un “Neutral Frío”.

Aunque este proceso no llegará un estado de “La Niña”, su influencia reducirá el aporte de humedad de los vientos del Trópico, determinando amplios focos de sequía en el interior del Cono Sur, de manera sólo las zonas más próximas al Océano Atlántico mantendrán buenos niveles de humedad edáfica.

Desde el punto de vista térmico, se observarán algunos descensos térmicos tardíos, pero menos riesgosos que en la temporada anterior. El aumento estacional de la radiación solar y temperatura incrementarán la evapotranspiración reduciendo el aprovechamiento de las precipitaciones, e incrementando los déficits que afectan al interior del área agrícola. Este proceso mantendrá el riesgo de incendios de campos y bosques hasta mediados de la primavera.

Las altas cuencas de los grandes ríos Paraná y Paraguay recibirán aportes hídricos algo inferiores al promedio, retardando la recuperación del calado de los puertos.

CONCLUSIONES

Lo que resta de la campaña 2020/2021 evolucionará hacia un estado climático menos perturbado, pero conservando riesgos de consideración.

Con respecto al posible escenario para la campaña 2021/2022 se mantiene la tendencia expuesta en el informe anterior de esta serie, en el sentido que se espera un escenario “Neutral Levemente Frío” durante el invierno, pasando a “Neutral Frío” en la primavera.

Por su parte, los vientos polares alcanzarán su máximo durante el invierno, moderándose al llegar la primavera.

La interacción entre ambos factores dará una evolución más suave que la observada en la temporada que llega a su fin, pero no totalmente exenta de riesgos.

Debe tenerse en cuenta que lo expuesto tiene carácter preliminar, por lo que convendrá continuar la vigilancia hasta tanto se cuente con indicadores confiables.