Al inicio del encuentro, los directores federados destacaron el incansable pedido de memoria, verdad y justicia, en vísperas del 45º aniversario del golpe militar de 1976 que azotó la vida institucional del país. También recordaron y rindieron homenaje a los federados que fueron víctimas de la represión ilegal.

Posteriormente, el CDC hizo propia la preocupación que se planteó la semana pasada públicamente, vinculada con el fuerte impacto que se confirma en las cosechas de trigo y maíz, en la lechería, la ganadería, en diversas producciones de economías regionales y, ahora, en soja, consecuencia de la sequía y/o falta de precipitaciones en momentos claves de dichas producciones. También en lo referido al padecimiento de productores afectados por incendios y/o fuertes nevadas, o exceso de lluvias concentradas en otras zonas del país. Por ello, el CDC insistió en reclamar como viene haciendo desde hace años, por la necesaria actualización del fondo de emergencia agropecuaria, que continúa con insuficientes 500 millones de pesos desde el año 2009, cuando el dólar estaba a $3.80. Los directores aseguraron que sólo actualizando esos fondos la declaración de emergencia ayudará a los productores más chicos, y dejará de ser una mera declaración testimonial, como lo es ahora, porque no tiene incidencia real. Añadieron que esto debe acompañarse de financiamiento adecuado a tasa 0, que permita la reactivación de las producciones en economías regionales, así como también el acceso a un seguro multirriesgo que dé garantías de inversión a los productores. Todo esto es necesario para preparar una buena campaña de trigo y estimular a las economías regionales, la producción tambera y ganadera (bovina, ovina y porcina).

Asimismo, los directores resaltaron la importancia del informe elaborado por FAA que permitió contar con una herramienta real para expresarle al presidente Fernández y al ministro Basterra, dándoles datos precisos que demuestran la escasa incidencia que tienen los productores en la conformación de los precios que pagan los consumidores por sus alimentos. Así, se reiteró que los productores no son formadores de precios, sino que son rehenes de las distorsiones y el abuso de posición dominante de la cadena, lo que da por tierra los argumentos esgrimidos por quienes buscaron elevar retenciones al trigo o al maíz, basándose en premisas falsas.

A continuación, el CDC destacó el esfuerzo realizado por la entidad para formar parte del Consejo Federal de la Hidrovía Paraná - Paraguay, que se presta a licitar los nuevos contratos de dragado y balizamiento. Y remarcó la necesidad de que las licitaciones sean claras; que haya participación de las entidades, cooperativas y los gobiernos provinciales; también que sean procedentes y que haya responsabilidad en cuanto a los dragados y al balizamiento. En tal sentido, expresó que la presencia de FAA en esa mesa busca sumar en pos de la transparencia de la licitación de una vía que tiene una enorme importancia estratégica para el sector productivo y la conexión de Argentina con el mundo. La entidad busca aportar en las situaciones que convengan al común de la Argentina y al sector productivo, pues es quien por esa vía saca el 80% de las exportaciones granarias.

En cuanto a semillas, los directores federados insistieron en alertar que el uso propio del agricultor está en peligro frente al avance del cobro compulsivo de regalías extendidas y manifestaron su constante preocupación ante el avance de algunas empresas que pretenden controlar todos los eslabones de la cadena bajo argumentos ajenos a la ley de Semillas. Por eso aseguraron que es necesario velar para que, si se producen modificaciones de esta ley en el Congreso Nacional, se haga en lo que sea necesario, pero que se asegure la preservación del uso propio gratuito para los pequeños y medianos productores.

En el encuentro se expresó la preocupación y se reiteró la necesidad de que se eleve el mínimo no imponible de ganancias, para dar progresividad y escalonamiento impositivo, que permita proteger a los productores de menor escala.

Luego coincidieron acerca de las enormes dificultades que afrontan los productores de las economías regionales, que no tienen respuesta a sus problemas, tanto de parte del gobierno nacional como de los gobiernos provinciales. Citaron el caso de Formosa, donde existen desde hace tiempo restricciones de circulación intraprovincial y donde los productores están reclamando, entre otros temas, un precio mínimo de referencia para que las producciones sean rentables y se puedan sostener. También se manifestó la enorme preocupación por la crisis en el sector de la lechería. En todos los casos se constatan situaciones de abandono y retracción de producción; en ellas, los productores están empobrecidos y a la espera de respuestas para que se corrijan las distorsiones en las cadenas que perjudican a productores y consumidores. Frente a esto, el CDC remarcó que esto no se modifica desde hace años, y que pasan los gobiernos sin dar respuesta y la situación empeora cada vez más. Se conjuga que los precios de las producciones son bajos, los productores están por debajo de la línea de pobreza, se constata una creciente desaparición de productores y un desarrraigo permanente. Se trata de una tormenta perfecta y si los gobiernos (nacional y provinciales) no reaccionan implementando acciones para detenerla, la crisis afectará inexorablemente a todo el interior productivo.