Mirando al cielo, con desesperación, la gente del campo aguarda un milagro: que, pese a los pronósticos, llueva en los próximos días.

La sequía se ha pronunciado nuevamente y los climatólogos no estiman precipitaciones para los próximos días que, lamentablemente, es en su mayor parte el momento de definición de rindes, al menos para la soja de primera.

El panorama productivo argentino ha cambiado, para mal, desde hace 15 días a la fecha.

La soja de primera está en pleno periodo crítico de llenado, con zonas donde se evidencia el fuerte estrés hídrico y en otras donde la falta de agua no la habría golpeado tanto, a pesar de la severidad pluvial de febrero.

Entre este domingo y este lunes, hubo algunos casos aislados de chaparrones en la zona núcleo. Pero, muy puntuales. Y de escaso volumen.

Obviamente, el ánimo cae como piano en la mudanza.

Sin embargo, hay elementos para amortiguar la caída anímica. Y claramente están referidos a los precios internacionales, donde ciertamente la reducción en la potencialidad de la soja de nuestro país empuja los valores hacia arriba.

Pero, vamos a los precios… Entre el viernes y este lunes, hubo bajas. Pero, no parecen ser parte de una tedencia firme.

Seguramente, uno de las fuerzas más potentes para mantener los precios actuales (con sus habitaules bajas y alzas), y quizás mejorarlos, se encuente en la debilidad del dólar que pese a recientes mejoras, no deja de mantener su posición.

Porque la realidad es que, pese a los altibajos, el valor del dólar en relación a las principales divisas del mundo sigue bajo.

La baja el dólar se relaciona con la estabilización en el rendimiento de los bonos.

Y la inflación en EE.UU. amenaza aumentar. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha intentado últimamente apagar las reacciones inflacionarias. Así sostuvo que examinaría cualquier aumento de la inflación a corto plazo. Sin embargo, los hechos lo desmienten.

El gráfico de abajo muestra cómo el dólar sigue manteniéndose en el mismo nivel respecto a la canasta de monedas.

Futuros del índice dólar (Investing.com)


Los precios, entonces, podrían compensar la reducción de rendimientos.

Avala esta presunción, sobre todo, la inédita baja en los stocks de EE.UU. y la debilidad del dólar en un mundo donde China sigue presionando sobre la demanda.

¿Será cierto aquello de “Dios aprieta, pero no ahorca”?. Entonces… ¡a no bajar los brazos!