La semana pasada fue de gratas sorpresas.

Por un lado, llegaron las esperadas lluvias. Beneficiaron, aunque tardíamente, al maíz. Y fueron claramente favorables para las sojas, tanto de primera como de segunda.

De esta forma, cambió el cuadro productivo. Ahora, sí, podemos estimar una producción de soja cercana a 49 millones de toneladas.

A diferencia de la soja, la situación local es más comprometida para el maíz. Porque gran parte de los maíces en floración sufrieron la seca.

El clima ha sido desfavorable para América del Sur. Y ahora podemos decir que ha sido más grave para Brasil que para nuestro país. Ponemos en duda la estimación productiva del USDA para Brasil que habla de 133 millones de toneladas, sin cambios respecto del informe previo.

La otra gran sorpresa vino con el informe de oferta y demanda de enero del USDA que, inmediatamente, llevó a mejoras en los precios del maíz y de soja de casi 15 dólares por tonelada. Aunque luego, para el caso de la soja, le siguieron algunas bajas.

Del reporte del USDA, merece resaltarse el recorte de más de 8 millones de toneladas de producción de maíz, cuando se aguardaba una caída de solo 1 millón.

Así, las existencias finales quedan aproximadamente 10 millones por debajo del nivel del año pasado. Ahora son 39,4 millones y el año anterior eran de 50,7 millones.

Respecto a la soja, la reducción en las existencias finales es visible. Ahora, apenas 3,80 millones cuando el año anterior para esta fecha las existencias eran de 14 millones.

Con relación a la demanda, la tendencia a la suba sigue vigente de la mano del consumo de China.

El consumo interno chino de soja se estima en 118 millones de toneladas. De este volumen casi 100 millones van a la industria procesadora.

Su industria de carne porcina exige tanto maíz como de subproductos de soja, luego de la caída en la población de cerdos por la gripe porcina africana, se encuentra en un claro proceso de recuperación.

Según el USDA, este país importará cerca de 100 millones de toneladas de soja en la campaña 2020/21. Un volumen históricamente extraordinario. China actualmente produce menos de 20 millones de toneladas de esta oleaginosa, que tiene un carácter estratégico por su poder alimenticio.

Todo ello se da en el marco de un mundo hiper-líquido. L os Bancos Centrales mantienen políticas de tasas de interés cercanas a cero o negativas con elevados coeficientes de emisión de dinero.

Sin embargo, hay un detalle que está pasando desapercibido. Y debería ponernos en guardia.

En los últimos días, la tendencia en el valor del dólar es a la suba frente a las demás monedas.

No sabemos si es una tendencia firme que se mantendrá. Pero sí sabemos que puede ser una señal de cambio.

Fijemos nuestra atención en el índice del dólar (US Dollar Index) que se refiere al comportamiento de esta moneda contra una cesta con las principales divisas. El índice sube cuando esta divisa se aprecia, en comparación con otras monedas.

Veamos el gráfico, donde se aprecia que, una vez comenzado este año, el dólar mejora su valor.

Con mayor detalle, podemos observar el fenómeno. Allí se advierte el cambio operado a partir del 6 de enero. ¿Será duradero? Recordemos que empieza una nueva etapa con el presidente Biden…

Indice dólar ( investing.com)

No se trata de alarmarse.

Solo se trata de tomar en cuenta estos datos y seguirlos de cerca. Pues, en definitiva, bien claro es el dicho: “los árboles no crecen hasta el cielo”.