Como señalamos en el párrafo anterior, la importancia de las hembras en la faena total cayó a 43,5% en diciembre de 2020 y quedó 4,1 puntos porcentuales por debajo de la relación del último mes de 2019. La faena de hembras continuó ubicada dentro del rango compatible con el sostenimiento del rodeo vacuno por quinto mes consecutivo, aunque debe destacarse que el proceso de corrección del ciclo ganadero se inició de forma gradual desde el mismo momento en que se abandonó el restrictivo esquema cambiario/monetario que rigió entre octubre de 2018 y julio de 2019, que llevó las tasas de interés activas a elevados niveles en términos reales.

Cuando se analiza la actividad de la industria frigorífica vacuna por trimestres, surge que en los dos primeros tercios de 2020 la faena fue superior a la observada en iguales trimestres de 2019 (+3,6% y +5,6% anual, respectivamente), en tanto que en los dos últimos tercios del año la faena resultó inferior en la comparación interanual (-2,6% y -3,3% anual, respectivamente). Esto se debió básicamente a los elevados niveles de faena observados en los tercer y cuarto trimestres de 2019, que resultaron ser los dos más elevados, luego de los máximos históricos alcanzados en julio-septiembre y octubre-diciembre de 2009. En tanto, las faenas de los trimestres tres y cuatro de 2020 quedaron ubicadas en tercer lugar, por detrás de los registros correspondientes a 2009 y 2019.

En 2020 la producción de carne vacuna ascendió a 3,17 millones de tn r/c/h de carne vacuna, superando en 1,3% a la producción de 2019. Fue la 3º producción de carne vacuna más alta de los últimos 25 años. Fue solamente superada por las producciones de 2009 y 2007, respectivamente (años en los que se produjo la mayor liquidación de stock ganadero de la historia).

En el año que acaba de finalizar las exportaciones de carne vacuna habrían alcanzado un récord de 917,2 mil tn r/c/h en en 2020, superando en 8,4% el volumen exportado en 2019. La participación de los embarques al exterior en el total producido habría llegado a 28,9%, convirtiéndose en la más alta de las últimas décadas.

Por su parte, el mercado interno habría absorbido 2,257 millones de tn r/c/h en enero-diciembre del último año, volumen que se ubicó 1,3% por debajo del registrado en 2019. Del total producido, el mercado interno habría representado 71,1% (-1,9 puntos porcentuales interanuales).

Con estos guarismos, en diciembre de 2020 el consumo (aparente) de carne vacuna por habitante se habría ubicado en 49,7 kg/año (considerando el promedio móvil de los últimos doce meses). Quedó 2,3% por debajo del registro de 2019 (-1,2 kg/hab/año), cayó 13,5% en relación al promedio de 2017 (-7,8 kg/hab/año) y 27,3% con respecto al máximo relativo de 2007-2009 (favorecido por la mayor liquidación de existencias en décadas) y se constituyó en el guarismo más bajo de los últimos cien años (teniendo en cuenta las cifras provisorias de faena y exportaciones correspondientes al segundo semestre de 2020).

En noviembre de 2020 las exportaciones de carne vacuna crecieron de forma significativa, ‘superando’ el máximo alcanzado en octubre de 2019 (+0,2%). En total se exportaron 65.757 toneladas peso producto (tn pp) de carne vacuna. La tracción fue ejercida casi exclusivamente por China, seguida de muy lejos por las compras chilenas.

Los volúmenes records que viene exportando la industria frigorífica argentina no se tradujeron en records de facturación, debido a que China empujó hacia abajo el precio promedio pagado en los primeros meses de 2020, y luego éste se estabilizó en un nivel 30% inferior al promedio observado en el último trimestre de 2019 (3.500 dólares por tn pp vs. 5.000 dólares por tn pp). En noviembre se facturó un total de 260,8 millones de dólares, es decir 22,7% menos que un año atrás (-76,5 millones de dólares). El precio promedio general bajó 29,0% anual, hasta quedar ubicado en 2.772 dólares por tn pp.

Las exportaciones a China totalizaron 55 mil tn pp (82,6% del total) en noviembre, superando en 16,2% a las de igual mes de 2019 (+7,7 mil tn pp). En lo que respecta a la facturación, equivalió a 194,6 millones de dólares, lo que arrojó una caída de casi 24% interanual (60,6 millones de dólares). Así como en noviembre de 2019 el precio promedio pagado por los compradores chinos fue de 5.383 dólares por tn pp, en noviembre de 2020 pagó un promedio de 3.534 dólares por tn pp (-34,4%).
En los primeros once meses de 2020 se certificaron exportaciones de carne vacuna por un total de 567,0 mil tn pp. En relación a los primeros once meses de 2019 se observó una suba de 12,0%. Este volumen fue equivalente a 827,2 mil tn r/c/h. Los cortes congelados representaron 85,6% de las exportaciones totales (crecieron 14,1% interanual). El restante 14,4% se integró con cortes enfriados, cuyo volumen registró una caída de 2,5% anual.

En enero-noviembre del último año se facturó un total 2.511,1 millones de dólares por las exportaciones de cortes vacunos. Estos ingresos resultaron 8,7% inferiores a los generados en enero-noviembre de 2019 (-237,8 millones de dólares). El crecimiento del volumen fue más que compensado por la retracción del precio promedio, explicado básicamente por la disminución que implementaron los compradores chinos entre finales de 2019 y comienzos de 2020. El precio promedio pasó de 5.409 dólares por tn pp en enero-noviembre de 2019 hasta 4.430 dólares por tn pp en enero-noviembre de 2020 (-18,1% anual).

De cada 10 kilogramos exportados de carne vacuna, 7,5 kilogramos se enviaron a China en enero-noviembre del año que acaba de finalizar. A Chile se exportaron 29.273 tn pp de carne vacuna en los primeros once meses de 2020.

En diciembre de 2020 en el Mercado de Liniers se comercializaron 127.762 cabezas de ganado vacuno. Es decir, 6,1% más que en noviembre y 14,1% más que en el último mes de 2019. No obstante ello, razones macro económicas hicieron que el ternero de invernada pasó de costar 100/105 $/kg en marzo a costar 180/190 $/kg en diciembre. Esto se produjo porque cada productor que vendía una jaula de animal gordo, en el afán de no quedarse con pesos en su cuenta corriente buscó en la compra de terneros su reserva de valor. Por otra parte, la sequía en Latinoamérica, el atraso en la siembra de la cosecha gruesa en Estados Unidos de Norteamérica, y la caída del dólar a nivel mundial, provocaron el aumento de las commodities agrícolas, elevando el precio del maíz de 8 $/kg en marzo a 20 $/kg actualmente.

Esta combinación de factores primero le restó rentabilidad al feedlot para pasar a ser deficitario, por lo tanto, la cantidad de animales encerrados disminuyó drásticamente y, ante la falta de animales terminados los precios comenzaron a subir.
Este proceso coincidió temporalmente con el cambio en la cuarentena y la apertura de la mayoría de las actividades que se mantenían sin actividad. Sólo como ejemplo mencionaremos el caso de la construcción, donde los trabajadores informales volvieron a salir diariamente a buscar el ingreso para su familia y comenzó la apertura de los restoranes.

Esta demanda aletargada despertó con la apertura casi total de la economía y convalidó el aumento de precios en los finales de noviembre y diciembre, merced al aumento de la liquidez que se observó en la economía a lo largo del año. El deseo de consumo de los argentinos venció al bolsillo flaco. Suponemos que a partir de enero ocurrirá lo contrario.

En línea con lo expuesto más arriba, el exceso de oferta de pesos en la economía argentina también fue el que permitió que el precio promedio de la hacienda en pie subiera 19,9% respecto al mes anterior y acumulara una suba de 150% en casi un año y medio. De esta forma, la caída de 8,3% observada durante el período de ‘cuarentena’ más estricta (mayo vs. marzo) quedó totalmente superada. En diciembre el valor del animal en pie acumuló una suba de 66,5% con relación a marzo del año pasado y de 72,3% con respecto al cierre de 2019. Con estos guarismos, ahora el precio de la hacienda terminada creció apenas inferior al del precio de la invernada (también explicado por el interés por resguardar el capital de trabajo en el bien de cambio). Entre julio de 2019 y noviembre de 2020 el precio de la invernada aumentó 5,8% equivalente mensual (145,3% entre puntas), mientras que el precio promedio de la hacienda negociada en el Mercado de Liniers aumentó a un ritmo de 5,5% equivalente mensual (acumulando un alza de 149,6% entre julio ’19 y diciembre ‘20).
Acompañando la evolución del precio de la hacienda, entre noviembre y diciembre de 2020 el precio promedio de los principales cortes de carne vacuna registró una suba de casi 20% en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), al tiempo que con relación a diciembre de 2019 experimentó una suba también similar a la de la hacienda, del orden de 74,8% en este caso. Todo esto, además, coincidió con la evolución del conjunto de los precios estacionales que forman parte del Índice de Precios al Consumidor (IPC) que elabora el INDEC, y que hasta noviembre ya crecían a un ritmo interanual de 63,3%, cuando el nivel general del IPC lo hacía a una velocidad de 34,2% (producto del ‘freno’ que le imponen los precios regulados por el Estado, que subieron sólo 15,9% en doce meses).

En 2022, se destetarían 500 mil terneros menos, según un informe del Consultor Salvador Distefano. El registro más reciente de stock ganadero en la Argentina proviene de los datos de la primera campaña de vacunación contra la aftosa, realizada en el otoño último. Según estas cifras, el número de terneros era de 15,24 millones de animales, 139 mil menos que la primera campaña de 2019. A diciembre del año pasado y según la nueva metodología de cálculo del stock ganadero nacional, el dato oficial reflejaba un aumento de 112 mil terneros.

De cualquier manera, puede afirmarse que este último destete (2020) fue el más alto de la historia, calculándose que el destete 2021 –terneros hoy al pie de la madre– será entre 2% y 3% inferior al anterior. Esto se debe al menor número de vientres expuestos a servicio, por la importante caída de la preñez y por la elevada faena de vacas preñadas que se dio en 2019.

La preñez de la primavera 2020 no vendría mejor: en gran parte del país los vientres están recibiendo servicio en un pobre estado corporal, producto en muchas zonas de “la peor seca en 50 años”. Una preñez menor, un menor número de vacas en el stock, y una faena de vacas que todavía está por encima de los niveles de equilibrio, permiten anticipar que la “parición 2021/destete 2022” será nuevamente inferior a la previa. Así, en el otoño 2022, dentro de dos años, podríamos estar destetando unos 500 mil terneros menos que en 2020.

FAENA Y PRODUCCIÓN DE CARNE


En diciembre la faena de hacienda vacuna se sostuvo en 1,2 millones de cabezas por cuarto mes consecutivo y el sector cerró 2020 con el mayor nivel de actividad en once años (14,0 millones de cabezas). La participación de las hembras en la faena total se ubicó en 43,5% en el último mes del año, cumpliéndose así cinco meses consecutivos de sostenimiento del rodeo vacuno.

En diciembre de 2020 la faena total ascendió a 1,214 millones de cabezas de hacienda vacuna. En comparación con el mes anterior se observó una variación de sólo 0,2%, que al corregirse por el número de días laborables resultó en una suba de 10,2%. En tanto, al comparar con diciembre de 2019, la actividad frigorífica exhibió una caída de 4,2%, pero al corregirla por la cantidad de días laborables se convirtió en una suba de 5,4%. En términos absolutos se faenaron 52.695 cabezas menos que en diciembre de 2019.

Al colocar a diciembre de 2020 en la perspectiva histórica, se observa que la faena fue la 9º más elevada de los últimos 41 diciembres. En tanto, al contrastarla con el promedio de los diciembres de 1980-2019, la faena del último mes de 2020 resultó 10,9% superior.

La faena de machos ascendió a 686,6 mil cabezas y quedó 3,4% por encima de la correspondiente a diciembre del año previo (+22,7 mil cabezas). En contraposición a ello, en el último mes de 2020 la faena de hembras sumó 527,7 mil cabezas, una cantidad 12,5% inferior a la registrada en diciembre de 2019 (-75,4 mil cabezas). De esta manera, la importancia de las hembras en la faena total cayó a 43,5% en diciembre de 2020 y quedó 4,1 puntos porcentuales por debajo de la relación del último mes de 2019. La faena de hembras continuó ubicada dentro del rango compatible con el sostenimiento del rodeo vacuno por quinto mes consecutivo, aunque debe destacarse que el proceso de corrección del ciclo ganadero se inició de forma gradual desde el mismo momento en que se abandonó el restrictivo esquema cambiario/monetario que rigió entre octubre de 2018 y julio de 2019, que llevó las tasas de interés activas a elevados niveles en términos reales.

En diciembre de 2020 la faena de vacas totalizó 160,3 mil cabezas, es decir 20,2% menos que en el cierre de 2019 (-40.63 cabezas). De esta forma, la participación de las vacas en la faena total bajó hasta 13,2% (-2,6 puntos porcentuales en la comparación interanual). Y la faena de vaquillonas totalizó 367,4 mil cabezas (-36.053 cabezas; -8,9% anual), descendiendo su participación en la faena total a 30,3% del total (-1,6 puntos porcentuales interanuales).

Al descomponer la faena por dentición del animal, en abril-diciembre de 2020 se registró una contracción casi generalizada entre las categorías de hembras. Las faenas de hembras de 2, 4, 6 y de más de 8 dientes disminuyeron 3,9%, 7,2%, 26,7% y 43,5% anual, respectivamente. Sólo la faena de hembras de 8 dientes mostró una variación positiva entre ambos períodos, si bien el ritmo de la expansión fue descendiendo a medida que extendió el lapso de tiempo considerado (+9,4% anual).


Por su parte, entre los machos, la faena de novillos exhibió una recuperación de 19,3% anual (+17.028 cabezas), alcanzando un total de 105,4 mil cabezas en diciembre de 2020. Y la faena de novillitos subió a 564,8 mil cabezas (+1,7% anual; +9,3 mil cabezas). De esta manera, la participación de los novillos en la faena total subió a 8,7% (+1,7 puntos porcentuales) y la de los novillitos subió a 46,5% (+2,7 puntos porcentuales).

Cuando se analiza la actividad de la industria frigorífica vacuna por trimestres, surge que en los dos primeros tercios de 2020 la faena fue superior a la observada en iguales trimestres de 2019 (+3,6% y +5,6% anual, respectivamente), en tanto que en los dos últimos tercios del año la faena resultó inferior en la comparación interanual (-2,6% y -3,3% anual, respectivamente). Esto se debió básicamente a los elevados niveles de faena observados en los tercer y cuarto trimestres de 2019, que resultaron ser los dos más elevados, luego de los máximos históricos alcanzados en julio-septiembre y octubre-diciembre de 2009. En tanto, las faenas de los trimestres tres y cuatro de 2020 quedaron ubicadas en tercer lugar, por detrás de los registros correspondientes a 2009 y 2019.

En 2020 la faena de hacienda vacuna ascendió a 14,0 millones de cabezas, superando en 0,6% el nivel de actividad de 2019 (+79,4 mil cabezas) y estableciendo el nivel de actividad más elevado en once años. Puesta en la perspectiva ‘histórica’ (últimos 41 años), la faena de 2020 se ubicó en el puesto Nº 9 y superó en 8,3% al promedio de los enero-diciembre de 1980 a 2019.

En 2020 se faenaron 7,55 millones de machos, es decir 5,3% más que en 2019 (+376,9 mil cabezas). En cambio, se faenaron 6,45 millones de hembras, es decir 4,4% menos que en 2019 (-297,5 mil cabezas). En consecuencia, la participación de las hembras en la faena total descendió de 48,5% en 2019 a 46,1% en 2020 (-2,4 puntos porcentuales). Si bien este ratio es superior al intervalo consistente con el mantenimiento del stock vacuno, es importante señalar que el mismo viene descendiendo en forma gradual y continua (tal como lo consignamos en Informes anteriores) desde la primavera de 2019 y en los últimos cinco meses ya se ubicó dentro de este rango, tal como se señaló más arriba.

La producción de carne vacuna totalizó 276 mil toneladas res con hueso (tn r/c/h) en el último mes de 2020. En comparación con diciembre de 2019 se observó una baja de 1,6% (sin corregir por días laborables). El peso promedio en gancho del animal faenado habría aumentado 2,7% anual, hasta ubicarse en 228 kilos. La producción del último mes fue la 2º más elevada de los últimos 25 diciembres (superada sólo por la del mismo mes de 2019) y al contrastarla con el promedio de los diciembres de 1996 a 2019, resultó 15,6% más elevada.

En 2020 la producción de carne vacuna ascendió a 3,17 millones de tn r/c/h de carne vacuna, superando en 1,3% a la producción de 2019. La cantidad ofrecida de carne vacuna se amplió en 40,5 mil tn r/c/h entre ambos años. Fue la 3º producción de carne vacuna más alta de los últimos 25 años. Fue solamente superada por las producciones de 2009 y 2007, respectivamente.

Fuente: CICCRA