Argentina tuvo un derrumbe del 26,0% en el mes de abril con relación a febrero, superando ampliamente la caída del 11,4% que obtuvo Brasil en el mismo período del año. Pero no sólo nuestro país vecino cayó menos, sino que su recuperación es más rápida. Hacia finales de año podría casi volver al mismo nivel que en febrero, siempre tomando la serie ajustada por estacionalidad. Por el contrario, Argentina probablemente muestre un comportamiento mucho más estanco dificultando la recuperación.


Aldo Abram Director Ejecutivo en la Fundación Libertad y Progreso anticipó que “Lamentablemente Argentina no va a volver a los niveles previos a la pandemia en muchos años, si no se hacen las reformas estructurales necesarias que resuelvan los problemas de fondo. De otro modo continuaremos de crisis en crisis.”

La Pandemia ha afectado a todas las economías del mundo en mayor o menor medida. Argentina se encuentra entre las diez economías que más caerán este año producto de la Pandemia, pero también de una cuarentena prolongada. Otro contraste nos muestra Brasil, donde la caída fue mucho menor y la recuperación más rápida. El argumento sanitario de una prolongada cuarentena tampoco es indicativo de la situación nacional. En Argentina la cantidad de muertes por millón de habitantes es de 854 versus 812 en Brasil.

En términos de actividad, los resultados son catastróficos. El problema es que Argentina ya se encontraba estancada antes de que apareciera el Covid-19, por lo que una vez que el Coronavirus pase, Argentina seguirá teniendo los mismos problemas de antes e incluso más agravados. “Lo más probable es que, si no se realizan las reformas estructurales, el estancamiento observado durante 2011-2019 se replique post-pandemia, pero varios escalones más abajo, lo que es sinónimo de más pobreza.” Sostuvo Iván Cachanosky, economista en Jefe de la Fundación Libertad y Progreso.

“Mientras continúen los desequilibrios macroeconómicos producto de un Estado que tiene un gasto público que no podemos financiar, presión tributaria récord, mercado laboral rígido, burocracia elevada y débil calidad institucional, será sumamente difícil que nuevas empresas se animen a invertir en Argentina y las que se han destruido por la Pandemia y la cuarentena difícilmente vuelvan a abrir sus puertas.”, agregó el economista Jefe.

Abram destacó que “No se puede pretender tener un país que crezca cuando los gobiernos de turno han gastado perseverantemente por encima de los que los argentinos podemos pagar; aun con la carga impositiva fenomenal, que tenemos. Trabajando 240 días del año para pagar impuestos y estando según el Banco Mundial en 2019 el puesto 21 entre 190 países de los que más exprimen con impuestos a sus empresas. Y este año con los impuestos adicionales debemos estar peor”, finalizó.

Recuperar la economía en el contexto argentino implica recuperar la confianza a través de un plan económico creíble que muestre un sendero decreciente del déficit fiscal acompañado de reformas estructurales. La actual negociación con el FMI brinda una oportunidad en este sentido. No la desaprovechemos.