Como sabemos, el último reporte del USDA redujo su estimación sobre la producción global de soja 2020/21. Así, pasó de 368,5 a 362,6 millones de toneladas.

Otro dato más que interesante, viene por la demanda. El organismo estima que el uso global alcance un máximo histórico esta campaña. Así las cosas, la producción quedaría corta, fundamentalmente por las importaciones chinas.

Todo ello en un contexto de bajos stocks mundiales. Y con exportaciones de soja a todo vapor.

Respecto a los precios hoy en ascenso, hay que recordar el papel de los fondos. Con posiciones compradas, tienen la capacidad de originar un cambio de tendencia en dirección a una toma de ganancias. Atentos, señores.

La semana comienza, en Chicago, con todos los futuros en suba.

Un tema central. Hoy por hoy, el gran productor no es más EE.UU. sino Brasil.

El vecino país ha logrado duplicar sus exportaciones de soja en los últimos 8 años. Se está acercando a cubrir el 60% de la participación mundial de las exportaciones.

Sin embargo –esto es lo más importante- el aumento de su demanda interna es muy fuerte. Ello hace dudar sobre la posibilidad de que el volumen en las exportaciones siga en claro aumento.

Además es grande la preocupación sobre la producción para la próxima campaña de la Argentina y Brasil. Los pronósticos sobre el clima tiran aceite hirviendo.

En cuanto a nuestro país, se nota un estancamiento. Después de tantos años de crecimiento.

Veamos el problema desde el punto de vista del poroto. La actual campaña, con tantos sobresaltos en las políticas económicas, presenta un pronóstico exportador de 7 millones de toneladas, frente a las casi 10 millones de 2019/20.

El USDA también redujo las exportaciones argentinas de aceite como de harina de soja 2020/21. Lo hizo en 200.00 t y 1,5 millones de toneladas, respectivamente. Ello, con relación a octubre.

Acaba de iniciarse la campaña argentina. La siembra en la zona núcleo se ha completado, casi totalmente.

El desafío frente a la producción es enorme. La Niña amenaza con fuerza. Y las autoridades…. ¿qué?

Si me permiten, quisiera hacer una reflexión sobre el mensaje de las autoridades que, ciertamente, desalienta el emprendimiento y el esfuerzo, aspectos visibles en el eslabón agrario.

“Lo que nos hace evolucionar o crecer no es verdad que sea el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años” dijo hace unos días el Presidente.

Peligros argumento. Es un mensaje que puede interpretarse como una invitación, sea a pobres como a ricos, a cruzarse de brazos. A no tomar riesgos. Al aguardo de la protección y la asistencia del Estado, sin esfuerzo. A vivir en la chatura. Y lo peor de todo, a simplemente “estar”. En dependencia de un señor. Sí, del gobierno de turno.

La meritocracia, como forma de distribución del ingreso nacional, no es perfecta ni mucho menos. Pero de las imperfectas, es la más perfecta. Y algo es seguro, ataca la corrupción y a quienes hacen de la adulación una forma de vida.

En el campo, emprender es vivir en plenitud. Es tener un objetivo y disfrutar el proceso para llegar a éste.