Con el nombre Ojos Cerrados y el hashtag #LeyDeEtiquetadoYa, la campaña busca alertar sobre la falta de información clara en el etiquetado de los productos alimentarios, lo que empuja la epidemia de sobrepeso y obesidad infantil que afecta a uno de cada tres niñas y niños en el país.

La campaña está orientada a sensibilizar sobre la necesidad de contar con una ley nacional que incluya la incorporación de advertencias sanitarias en el frente de los envases de productos alimentarios, que alerte sobre el exceso de azúcar, sal y grasas, y promueva una alimentación saludable. Este sistema ha demostrado en otros países desalentar el consumo de comidas ultraprocesadas, los cuales tienen cantidades elevadas de sodio, azúcares, grasas, añadidos en la fabricación -como pueden ser snacks y bebidas azucaradas-, y bajo valor nutricional.

"La ausencia de una regulación sobre etiquetado vulnera los derechos de niñas, niños y adolescentes, y también los de sus familias, porque no pueden acceder a la información que necesitan para saber si lo que consumen es saludable", subrayó la Representante de UNICEF Argentina, Luisa Brumana, y advirtió que la obesidad "afecta especialmente a las poblaciones más vulnerables". En Argentina, el 41,1 por ciento de los niños, niñas y adolescentes de entre 5 y 17 años presenta exceso de peso, mientras que esta problemática afecta al 67,9 por ciento de las personas mayores de 18 años, según los resultados de la Segunda Encuesta Nacional de Nutrición y Salud.

El Representante de la OPS/OMS Argentina, Enrique Pérez Gutiérrez, coincidió en que "el problema de la obesidad en Argentina, así como en el resto de la región de las Américas, es muy grave, preocupante y desafía a los estados a impulsar políticas regulatorias para dar respuesta efectiva sanitaria a esta problemática".

En tanto, Carmelo Gallardo, especialista en Seguridad Alimentaria a cargo de la Representación de FAO en Argentina, destacó que "el etiquetado frontal de alimentos resulta también una estrategia para garantizar el derecho a la alimentación, la salud y combatir la malnutrición y el sobrepeso. Recordemos que este derecho, no solo se entiende en términos de cantidad suficiente de alimentos sino también en términos de una alimentación adecuada, de la cual el derecho a la información forma parte y es necesario para que las personas puedan elegir".

Con el fin de reflejar la falta de información a la que está expuesta la población, la campaña invita a compartir en redes sociales fotografías con los ojos tapados y el hashtag #LeydeEtiquetadoYa, de manera de advertir sobre esta realidad y el crecimiento de la epidemia de obesidad. Argentina tiene la tasa más alta de exceso de peso en menores de 5 años de América Latina con un 13,6%, según la Segunda Encuesta Nacional de Nutrición y Salud.

La iniciativa, que también busca ser un llamado para legisladores y decisores, promueve la incorporación de advertencias sanitarias en el frente de los envases a través de octógonos negros con letras blancas, tal como lo establece el proyecto de ley sobre promoción de la alimentación saludable que esta semana aprobó el Senado de la Nación y que ahora es necesario que consiga el respaldo de los legisladores en la Cámara de Diputados para su sanción.

El texto establece que el exceso de azúcares, grasas saturadas, grasas totales y sodio se deberán definir de acuerdo a los límites del Perfil de Nutrientes de la OPS, la mejor herramienta para clasificar alimentos y bebidas procesados y productos ultraprocesados con niveles elevados de estos nutrientes críticos.

El proyecto también incorpora aspectos en la regulación de la publicidad dirigida a niñas y niños, la promoción de los entornos alimentarios escolares y la importancia de la educación alimentaria y nutricional en las escuelas.

Así, el objetivo del etiquetado es indicar de manera sencilla y clara cuando un producto tiene exceso de sal, azúcar o grasas, tal como lo hicieron países como Chile, México, Perú y Uruguay. La sanción de una ley de estas características cobra especial importancia en el contexto de la pandemia por COVID-19, ya que las personas con condiciones crónicas -como la obesidad- tienen más posibilidades de desarrollar una forma grave de la enfermedad, por lo que las políticas de prevención resultan centrales.

La disminución y prevención del sobrepeso y obesidad se encuentra en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), fijados para 2030, cuyos compromisos destacan la necesidad de garantizar una alimentación sana, nutritiva y suficiente, y llaman a los estados a facilitar una vida sana y promover el bienestar de todas las personas.

Fuente: FAO