Los investigadores han descubierto que las abejas adiestradoras de olores podría hacerlas más eficientes en la polinización de cultivos.

Los hallazgos muestran que las abejas que recibieron alimentos perfumados con olores de girasol llevaron a un aumento significativo en la producción de cultivos de girasol.

"Demostramos que es posible condicionar las abejas a un olor recompensado dentro de la colonia, y esta experiencia modifica los comportamientos guiados por el olor de las abejas más tarde", dice Walter Farina de la Universidad de Buenos Aires, Argentina. "El resultado más sorprendente y relevante es que las preferencias de alimentación para el cultivo objetivo son tan prolongadas e intensivas que promovieron aumentos significativos en los rendimientos de los cultivos".

El equipo de Farina había demostrado previamente que las abejas podían establecer una memoria estable y a largo plazo relacionada con los aromas de los alimentos dentro del nido. También sabían que esos recuerdos en la colmena podrían influir en las elecciones de las abejas sobre qué plantas visitar más tarde.

Para criar abejas con una memoria que respaldaría la búsqueda posterior de girasoles, los investigadores primero desarrollaron una simple mezcla sintética de olor que las abejas asociaron con el aroma floral natural de los girasoles. A continuación, alimentaron las colmenas con comida perfumada. Descubrieron que esas primeras experiencias y recuerdos del aroma del girasol influyeron en las preferencias de alimentación posteriores de las abejas, como se infiere al decodificar sus bailes de meneo.

El entrenamiento de las abejas las llevó a visitar más los girasoles. Esas abejas adiestradas también trajeron más polen de girasol a la colmena. Este aumento de visitas y búsqueda de alimento en girasoles también impulsó la producción de semillas de las flores entre un 29 y un 57 por ciento.

"A través de este procedimiento, es posible sesgar la actividad de alimentación de las abejas y aumentar significativamente los rendimientos", dice Farina. "En otras palabras, los servicios de polinización podrían mejorarse en cultivos dependientes de polinizadores mediante el uso de olores de imitación simple como parte de una estrategia de polinización de precisión".

Los investigadores dicen que ahora están estudiando otros cultivos dependientes de polinizadores, como almendras, peras y manzanas. En última instancia, su objetivo es desarrollar una serie de nuevos imitadores de olores para mejorar la eficiencia de la polinización y la productividad de muchos cultivos agrícolas importantes.