Ecohair es producido a partir de la jarilla, un arbusto que crece en la cordillera cuyas propiedades medicinales son conocidas desde la época de los pueblos originarios. El Conicet validó científicamente la eficacia de su uso en afecciones relacionadas a la caída del cabello y logró una patente que luego transfirió al laboratorio para comenzar con la producción de la línea de champú.

Laboratorios Garré Guevara obtiene el material vegetal en el predio Sol de Mayo, en La Rioja, donde la jarilla crece naturalmente entre el bosque virgen. Bajo el convenio la provincia de La Rioja se beneficia del cobro de regalías por el uso del material genético, así como el Conicet recibe el pago de un canon por cada unidad de producto elaborado.

Ahora, en un nuevo acuerdo con el municipio de San Isidro, la empresa comenzó a producir compost a partir de jarilla y café, los dos insumos principales utilizados en la elaboración del fitocosmético, para ser utilizado en el Programa de Huertas Agroecológicas de la comuna sanisidrense.

«A través del convenio firmado el pasado 3 de agosto, Laboratorios Garré Guevara participará con la donación mensual de compost y material orgánico derivado de jarilla y café, productos que contienen una alta proporción de materia orgánica estable, lo que permite una fertilización básica de los suelos, reduciendo o evitando la utilización de fertilizantes químicos. Estos fertilizantes naturales serán utilizados en las huertas del programa instrumentado por la Municipalidad de San Isidro», dijeron desde la compañía.

Laboratorios Garré Guevara hace propio el concepto de “Economía Circular”, interrelacionado con la producción sustentable, y que tiene por objetivo lograr que el valor de los productos, los materiales y los recursos, se mantengan en la economía durante el mayor tiempo posible. Para ello, realiza actividades de investigación y desarrollo junto al Instituto de Botánica Darwinion, entidad dependiente del CONICET.

En febrero de este año, Laboratorios Garré Guevara se convirtió en la primera empresa de América del Sur en obtener el certificado de cumplimiento del Protocolo de Nagoya con carácter comercial, un Convenio de las Naciones Unidas para preservar la Diversidad Biológica (CBD). El protocolo garantiza la preservación y el uso sustentable de los recursos genéticos de la jarilla, así como la participación justa y equitativa de los beneficios derivados de su utilización.

Fuente: Bioeconomia.info - Emiliano Huergo