LLUVIAS ESCASAS

Sobre gran parte del centro norte de BA, norte de LP y las provincias del centro, las precipitaciones fueron muy pobres. Si bien no es una época en que se puede pedir una gran performance pluvial, los escasos diez o quince milímetros que demanda la estadística de las zonas mediterráneas, estuvieron ausentes. Para estas áreas en particular se consolida un escenario que a esta altura ya se deber mirar con cuidado. Con el mes de julio cerrado y aun cuando los suelos santafesinos pueden presentar algo más de humedad, el escenario en esta provincia, tampoco es el ideal. El norte de LP y el buena parte del noroeste de BA, no aparecen muy sobrados. Hacia ER, la situación se presenta ligeramente mejorada, pero en todo caso, toda la zona núcleo ya es dominada por una fuerte anomalía deficitaria que, en términos de su potencial de daño, crece de este a oeste.

Siempre es interesante dimensionar este tipo de situaciones a través de la demanda de lluvias necesarias para devolver los perfiles a una situación normal de humedad para la época. En este ejercicio se intenta responder la pregunta que involucra a la cantidad de milímetros requeridos para recuperar los perfiles de humedad al cabo de dos semanas.

Este es un planteo de máxima demanda, no necesariamente el que necesita un cultivar de trigo en SF o en CB para transitar las próximas dos semanas. Sin embargo, este diseño define el requerimiento de los perfiles, aun asumiendo una hipótesis que no necesariamente es la que sucede a campo.

Con claridad las lluvias que reclaman los territorios de SF y CB, son muy improbables de recibir. En primer lugar porque son sumas muy alejadas de los valores estadísticos para la época y por otra parte, los pronósticos de mediano plazo no anticipan situaciones meteorológicas con un potencial pluvial que permita siquiera acercarnos a esta demanda.

Hacemos hincapié en que este es un indicador forzado por una hipótesis que implica llevar las reservas a niveles normales para la época, lo cual puede sobredimensionar la demanda de lluvias. Sin embargo esta herramienta pone sobre aviso del potencial y muy dificultoso escenario que puede atravesar la fina de la franja central en su salida al mes de septiembre. La presión solo cederá si el mes de agosto ofrece, al menos, mejoras parciales.

Si bien desde comienzos de esta semana, la circulación de aire promovió el retorno a un ambiente cálido y húmedo, no se percibe un cambio en el patrón pluvial. Evidentemente hay elementos estructurales de la atmosfera media y alta que generan una persistente estabilidad e inhiben los desarrollos nubosos, prevaleciendo el despliegue de nubes bajas con poco potencial pluvial, algo que se ha visto mucho en julio.

La contracara de estos altos niveles de demanda se observa sobre el sur de la región pampeana, donde incluso sería bueno que las próximas semanas se presenten libres de precipitación. Como sea, en una primera mirada, se consolidan fuertes diferencias para las perspectivas de producción entre el núcleo triguero del sur y el de la zona central. Falta mucho por recorrer, pero estas diferencias en este momento son muy marcadas y no pareciera que el mes de agosto tenga herramientas para definir cambios de importancia.

El noreste de Corrientes y Misiones es otra zona que aparece con buena disponibilidad de humedad, algo que no es extensivo hacia las zonas agrícolas del NEA, donde también el escenario hídrico comienza perfilarse muy comprometido.