Representantes de cañicultores, horticultores, del rubro de calzados, del azúcar, procesadoras de carne aviar, industria textil, entre otros, se reunieron ayer en la sede de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), para demostrar su fuerza y presionar a las autoridades para acabar el contrabando.

El presidente del gremio, Gustavo Volpe, dijo que el primer objetivo es que el Gobierno reconozca que este flagelo se trata de un verdadero problema para el país y en segundo lugar, advierte que el grupo llevará a la cárcel a las autoridades corruptas. En ese sentido adelantó que la cacería no solo se dirigirá a los pequeños contrabandistas.

“Vamos a agarrar a los gordos, esa es la idea, porque esos peces gordos, quiero que sepan, hay gente que tiene mucha plata y esa es plata que también es lavado de dinero”, amenazó.

Por su parte, Pablo Artaza, de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales, dijo que con el cierre de fronteras a raíz de la pandemia, la demanda de aceite aumentó ante la ausencia de mercaderías ilegales, pero con la nueva flexibilización teme que la situación vuelva a la “triste normalidad”, donde el 30% del abastecimiento se concentra en el contrabando.

Desde el sector de calzados, Elder Otazo, describió un oscuro panorama si no se toman acciones rápidamente. Estimó que la devaluación de las monedas de la región contribuirán a una invasión de calzados y en coincidencia con sus socios, indicó que como consecuencia habrá mayor desempleo e informalidad, lo que a su vez puede contribuir a que aumente la pobreza en el país.

En representación de la industria textil se pronunció el ex ministro del Interior, Francisco de Vargas, quien insinuó que se deben modificar algunas normativas.

Algunos puntos. El acuerdo firmado habla de un frente unificado que mantendrá diálogo con los tres poderes del Estado, solicitará informes sobre los trabajos de lucha contra el contrabando.

 Las Cifras

250.000

personas dependen directa e indirectamente de la producción de caña y comercialización de azúcar blanca y orgánica.

30%

aproximadamente del aceite comestible que se vende en el mercado local es de contrabando, según la industria.

Impacto en el sector azucarero

La producción de caña de azúcar y su industrialización emplea directa e indirectamente a la 250.000 personas, que hoy en día son perjudicadas por el contrabando del producto.
La gerente del Centro Azucarero Paraguayo, Sonia Fleitas, teme un estallido social ante el peligro de que “muera una parte de la economía” como efecto del contrabando. En representación de los cañicultores, Javier González mencionó que este año está en riesgo el procesamiento de 2.800.000 toneladas de caña, que representa unos USD 72 millones.