La importación de ganado vivo para faena inmediata “es fundamental y una tabla de salvación” para el momen- to de la industria en general y el país, dijo a Rurales El País el gerente general de Frigorífico Sirsil.

Gabriel Slinger aseguró que habilitar este negocio ayudaría, incluso de ser solo para abastos, a un día más de faena en medianas y pequeñas industrias como la nuestra, y hasta para reacomodar las operativas de algunas plantas frigoríficas que están paradas.

Sirsil (Frigorífico Sarubbi) es propiedad del empresario Rogelio Álvarez, que en agosto del año pasado adquirió el porcentaje mayoritario del paquete accionario de la firma, que pertenecía a Christian Sarubbi.

La opción de importar ganado en pie de la región ha sido un planteo de las cámaras de empresas frigoríficas y de los trabajadores de las industrias que se instaló en la mesa del Ministerio de Ganadería (MGAP), está siendo analizado y tendría una definición desde las máximas autoridades del Ejecutivo.

Slinger agregó: “Es fundamental para evitar seguir enviando trabajadores al seguro de paro total o parcial, ayudaría a las arcas del Estado que como todos sabemos están menguadas, y ayudaría para agregar mano de obra nacional a un producto y no importar carne que no tiene nada de agregado”.

Si bien sería una medida para los abastos, el ejecutivo de Sirsil comentó que es relevante que todas las plantas puedan hacer uso de la materia prima importada, ya que “hay herramientas de control” con los funcionarios en planta del MGAP, la información del Instituto Nacional de Carnes y los propios controles de cada industria. “Hay un bagaje de conocimiento y seriedad que permite separar un día del otro a la faena para el mercado interno y la exportación”, resaltó.

En ese sentido, Slinger señaló que “el único destino que deshabilitaría la planta es Japón y quizás Corea del Sur”, mercados “de poco volumen con los que trabajan ciertas plantas”. Y sumó: “Con seguridad esas plantas seguirán exportando a Japón y Corea del Sur, y no tendrán necesidad de traer ganado de la región, en nuestro caso nos ayudaría, como también a otras plantas de tamaño medio que no tienen el poder o el sustento de bancar mucho tiempo más”.

Gabriel Slinger dijo que recientemente se informó sobre la importación de carne con hueso de Argentina, que “se suma a la montaña de carne desosada” que ingresa al país. “Traemos carne con hueso y no permitimos la importación de ganado”, se preguntó el industrial.

A lo que sumó: “Habría que estudiar las diferencias sanitarias con los países de la región, pero el estatus sanitario es similar o igual, los mercados que exportamos están afines a la importación si se hacen las cosas bien y para eso tenemos las herramientas”, y añadió: “Decir que son animales Angus bien terminados, jóvenes y de primera calidad no es razón para justificar una importación”.