La Anomalía como indicador

Como hemos venido monitoreando desde mediados de mayo, las zonas trigueras principales vienen transitando este período bajo circunstancias bien diferenciadas. A comienzos de las siembras las zonas más problemáticas se concentraban en el oeste de CB y si bien el este de la provincia mediterránea y el centro sur de SF, pro entonces presentaban niveles de reservas aptos para avanzar con la implantación, no ha habido recargas significativas dentro de este período y de esta manera la disponibilidad de humedad se aleja cada vez más de lo que es normal para la época.

Si comparamos las reservas disponibles a la fecha para trigo en el primer metro de suelo con los valores estadísticos, obtenemos el mapa de anomalía, o sea los desvíos respecto de lo que puede considerarse la situación normal para la fecha (1973-2019).

Como puede observarse casi toda el área apta para trigo en CB, presenta una fuerte anomalía negativa, la cual se ha ido extendiendo a gran parte del área triguera de SF y el noroeste de BA. Sobre ER y el centro norte de BA, la situación cae por debajo de los valores normales pero no puede considerarse tan compleja. Es posible que teniendo en cuenta las buenas prácticas agronómicas, que no se modelan, esto esté resultando en un diagnóstico de mínima disponibilidad de humedad. Es decir, no se descarta que haya situaciones diferenciadas positivamente dentro del área donde la anomalía negativa es más marcada.

Otra cosa importante a tener en cuenta es que si bien en términos relativos la comparación de reservas con los valores estadísticos genera diferencias que engloban en una misma categoría a una vasta zona, esto no define un mismo nivel de complejidad para la provincia de SF y el este de CB, que para el centro y oeste de la zona mediterránea. En general, todavía puede considerarse adecuada la disponibilidad de agua para SF y la parte este de CB, volviéndose cada vez más ajustado el escenario hacia el oeste.

La anomalía o clasificación de humedad, es una buena herramienta para establecer zonas que potencialmente pueden resultar vulnerables a una sequía o a excesos hídricos dependiendo cómo evolucionen los pronósticos. Esto es, el margen de CB y SF, para esperar el comienzo de las lluvias de septiembre es menor que el resto del área triguera y, de nuevo, dentro de esta zona de mayor demanda, pueden darse condiciones diferenciadas, pero, a gran escala, el recorrido de estos cultivares hasta que lleguen las lluvias de septiembre se perfila bastante exigido. Por otra parte, en el núcleo triguero del sur, hay zonas que seguramente deberán lidiar con excesos, con poca lluvia los suelos tenderán a saturarse, al menos temporariamente. Si proyectamos esta condición al resto de la campaña de granos finos, el peso de la producción triguera, lo llevarán los cultivares del sur. En el núcleo triguero tributario de Rosario apuntar a los valores normales, es lo más razonable, una meta que se irá complejizando hacia el oeste.

Debemos recordar que en junio no ha llovido dentro del área de la anomalía negativa y que julio va camino a dejar un comportamiento similar o con muy leves mejoras. La inestabilidad que puede generar la llegada de aire cálido y húmedo para los próximos días no se está reflejando en los pronósticos en precipitaciones que puedan auxiliar la zona.

No estamos en una época en que se pueda pretender corregir las deficiencias que dejó el otoño, con lo cual es improbable ver grandes cambios en la situación hídrica de la zona más comprometida durante el resto del invierno. Sería toda una sorpresa que se den precipitaciones durante lo que resta del trimestre frío, capaces de recomponer el agua de los perfiles en su totalidad. En todo caso, la mejora avanzaría desde el este hacia el oeste.

El extendido período húmedo que viene afectando a gran parte de la región pampeana, está dejando lluvias más que nada en el sur de BA y LP. Las precipitaciones pueden avanzar en forma marginal sobre las provincias del centro. En principio. sobre se presentan las probabilidades más altas de acopiar precipitaciones elevadas, del orden de treinta milímetros o incluso superiores. Sobre el resto de estas provincias, los acumulados serían menores del orden de los diez o quince milímetros. Dada la clasificación de humedad que hemos presentado, no sería extraño que sobre el sur de la región pampeana, los suelos se saturen temporariamente y aparezcan excesos.

Hacia las provincias del centro predominaría el tiempo gris, posiblemente con ocasionales lloviznas. Los modelos no han mostrado en sus últimas salidas, sistemas precipitantes de buena prestación sobre las provincias del centro, de concretarse los mismos, serían una oportuna sorpresa. De todas maneras este tiempo húmedo suma a la hora de conservar la humedad en las zonas más exigidas.

Recién desde el viernes, se reinstalará una masa de aire más seco y volverá el sol con mayor persistencia. También se espera que se recompongan las condiciones de ambiente invernal.