De acuerdo al volumen de lluvias en el Medio Oeste norteamericano, quienes operan en los mercados forman las expectativas sobre los precios venideros.

De ahí que debamos centrar nuestra atención en los pronósticos y del devenir climático.

Junio, en líneas generales, fue más bien seco y caluroso. Y las preocupaciones eran crecientes.

Respecto a EE.UU, para alcanzar las optimistas estimaciones productivas del USDA, se necesitaba que lloviera en abundancia. Y junio fue, como dijimos, más bien seco.

Los primeros días de julio no ayudaron. El calor y el tiempo seco redujeron la humedad de la capa superior de los suelos, especialmente en la región de los Grandes Lagos. Hubo algún alivio en la Nueva Inglaterra y en la parte superior del Medio Oeste y en las grandes Planicies.

Total de precipitaciones (inches) del 28 de junio al 4 de julio de 2020

Ahora, ya próximos a la mitad de mes, han aparecido lluvias, al menos en el horizonte. Un frente frío abriría un amplio espectro de lluvias y tormentas a lo largo de la Planicies.

Se pronostica que, también, para mitad de semana habrá lluvias sobre el Cinturón Maicero.

En tanto, el Oeste del país continuaría en condiciones de ausencia de precipitaciones.

Tampoco ha contribuido a una mejora de precios, el eterno conflicto de este país con China. Lleno de rumores y dichos y contradichos que parten del gobierno norteamericano, el ambiente de negocios se ha enrarecido.

También, hace su parte –negativa- el rebrote del coronavirus en algunas partes del mundo. Para colmo de males algunos, organismos competentes prevén un crecimiento de la pandemia.

Así las cosas, Chicago se muestra hoy negativo

Una buena viene de las posiciones netas de tenencia de futuros y opciones por parte de los fondos de inversión. Se vienen registrando, en general, mejoras.

La soja tiende a mantenerse en una posición neta positiva por cerca de 2,8 millones de toneladas. Se trataría del mejor nivel desde el año 2016.

Así están los mercados. Fundamentalmente, presionados por el clima en EE.UU.