El mercado de haciendas continúa con muy poca oferta, como desde hace dos semanas y las faenas se vienen solventando en volumen en base a los ganados de corral que se vienen entregando a frigorífico.

“La oferta de ganados de pasturas es muy poca. Eso lleva a que de poquito se vayan afirmando los valores”, afirmó a El País Carlos De Freitas, directivo de la Asociación Consignatarios de Ganado (ACG) y expresidente de la institución.

El operador descartó de plano la posibilidad de grandes subas de valores, debido a la incertidumbre que está mostrando el mercado internacional de la carne bovina.

Como referencia de valores, De Freitas dijo que el novillo gordo cotiza en el eje de US$ 3,30 por kilo, pero se hicieron negocios puntuales a US$ 3,35 por kilo, dependiendo de la ubicación, el volumen y el tipo de novillo. En el caso de la vaca gorda, se paga en el eje de US$ 3,10, se llega a US$ 3,15 por una vaca de buena calidad y hasta US$ 3,18 en caso de terminaciones excepcionales.

En cierta medida, las faenas bajo el rito kosher, que se realizan para Israel y para Estados Unidos —en ese circuito— no movieron demasiado el mercado ganadero. Sin embargo, De Freitas reconoció que “dos semanas atrás, la diferencia de valores entre la vaca gorda y el novillo era escasísima y la vaquillona llegó a valer más que el novillo gordo. Esta última categoría se empezó a mover a partir de que se retomaron las faenas kosher”.

Expectativa. En el corto plazo, habrá que ir viendo cómo se reconstruye el mercado cárnico mundial, donde los principales compradores de la carne uruguaya continúan sintiendo los efectos de la epidemia de COVID-19. “La industria sabe perfectamente que no puede hacer presión sobre una oferta de ganados de campo que no existe”, admitió el directivo de la Asociación Consignatarios de Ganado.

A su vez, según la visión de De Freitas, no hay tanto ganado encerrado para este segundo semestre del año en comparando con el volumen que se verificó en el primer semestre, por eso insistió en que hay que ir paso a paso.

“Sin duda que estamos transcurriendo por una pos-zafra, pero en condiciones que no son las del año pasado desde el punto de vista del exterior, que le puedan dar juego a un precio ni parecido al del año pasado, porque la situación no es la misma”, remarcó.

El precio del ganado gordo “se irá reafirmando de a poco, por la escasez de la oferta”, estimó De Freitas.

Consideró que hay un mes más de falta de oferta, después se espera que vayan apareciendo los ganados de verdeos. “En la medida que vayan apareciendo en el mercado esos ganados se irán afirmando los valores de las haciendas bien terminadas”, agregó el operador.

Hoy está claro que la demanda sabe que no puede presionar sobre una oferta que no está. Incluso, la señal que muestra hoy la industria frigorífica es diferente y no va en concordancia con grandes disparadas de precios en la pos-zafra.