El exintendente de Rosario (1995-2003) y exgobernador de Santa Fe (2007-2011), Hermes Binner, participaba de la edición 2013 del Congreso de Economía que organiza anualmente la Fundación Libertad. En aquella oportunidad, uno de los máximos referentes que tuvo el Partido Socialista disertaba en la Bolsa de Comercio, en las semanas previas a las elecciones legislativas que lo llevarían a ocupar nuevamente una banca como diputado nacional.

“El problema en nuestro país no es económico, sino profundamente político y de confianza”, afirmaba Binner y agregaba: “Tuvimos en los años 50 un proyecto de Nación que hoy no tenemos; hoy estamos en el ´sálvese quien pueda´. Hay que comenzar a definir una nueva forma de vivir y de asociarnos. Esto se construye a partir del diálogo, es necesario reunir a las instituciones”.

En ese esquema a construir, el también excandidato a la Presidencia en 2011 subrayaba el rol del sector agropecuario y la sinergia que se debería entablar, a su juicio, con otros rubros productivos y los trabajadores: “Hay que creer que el campo es el sector más dinámico de la economía argentina y el punto también de integración con la industria. Tenemos que industrializar los productos lo más cerca posible de su lugar de origen para no seguir vaciando el país”, consideraba. Y, según apuntaba, “esta batalla no se gana sentando un día a los empresarios y otro a los trabajadores, sino que necesitamos ponerlos frente a frente para trabajar juntos. El Estado tiene que monitorear pero los fundamentales productores son ellos”.

“Vemos que realmente está en el campo la gran posibilidad de seguir produciendo productos primarios, pero también la gran necesidad de industrializarlos. No me parece mal que armemos computadoras y teléfonos acá, pero esa carrera nosotros la perdimos; tenemos que iniciarnos en la carrera de lo que se viene, del estudio del vegetal como germen de la producción de variados alimentos y elementos”, sostenía.

En ese sentido, Binner remarcaba que “es necesario tener una visión diferente a la que hemos tenido hasta el momento”, llamando a “no pensar que el problema es el campo versus la ciudad”, sino que, manifestaba, “hay que integrar plenamente las cadenas de valor y contribuir desde el Estado para que la gente pueda radicarse en el interior del país”.

“El año pasado (2012) recorrimos todo el país visitando las economías regionales y nos encontramos con una problemática absolutamente común, que era la falta de competitividad. Los productores nos transmitían que moviendo el dólar se la podía recuperar. Pero no es ésa la forma para abordar la situación; nosotros entendemos que hay que abordarla desde la competitividad sistémica, pensando en la educación de calidad, en la salud de la gente, el trabajo y la vivienda”, resaltaba en su disertación.

“Los problemas de la pobreza no se pueden solucionar con un aspecto, sino que en cada hogar se encuentra una situación compleja de pobreza estructural que va a llevar muchos años de políticas activas. Pero hay dos elementos fundamentales que son el trabajo y la educación: el trabajo porque da dignidad y la educación porque da libertad”, recalcaba el exgobernador, fallecido el viernes a sus 77 años de edad en Casilda, tras sufrir un cuadro de neumonía aguda.

Fuente: ON24