“La miel ayuda a fortalecer el sistema inmunológico. Desde siempre ante la llegada del invierno muchas personas consumen miel como una manera de prevenir enfermedades. En efecto, la miel tiene interesantes efectos antimicrobianos y propiedades reconocidas que ayudan a contrarrestar los catarros, resfriados y gripe, ayuda a aliviar y calmar el dolor de garganta, gracias a su textura y su dulzura, además de contener flavonoides que sirven para disminuir las respuestas alérgicas, entre muchos otros beneficios”, dijo la investigadora de INIA Remehue, Iris Lobos, en el Día Mundial de las Abejas, al dar a conocer a conocer los resultados de un reciente estudio del INIA.

Además, agregó que este producto “contiene un 20% menos de calorías y tiene un mayor poder edulcorante o endulzante que el azúcar de mesa. También aporta minerales con alto valor biológico, es decir, elementos esenciales para el correcto funcionamiento del organismo, fácilmente asimilables como el potasio, que favorece la buena circulación de la sangre, regulando la presión arterial, es decir, es beneficioso para personas que sufren hipertensión. También contiene zinc, que ayuda en el proceso de crecimiento, además de ser beneficioso para el sistema inmunitario y la cicatrización de heridas. Otros elementos como hierro, magnesio y calcio juegan roles en una variedad de reacciones metabólicas y funciones corporales del organismo”, expuso.

La especialista del INIA puntualizó que “la miel se usa como desinfectante, ya que por su alto contenido de azúcares absorbe agua y los componentes de bacterias y otros agentes patógenos, impidiendo su multiplicación”.

Al referirse a un reciente estudio de caracterización de la miel del Territorio Patagonia Verde y su comparación con productos de otras zonas de las regiones de Los Ríos y Los Lagos, realizado en el Laboratorio de Calidad Agroalimentaria de INIA Remehue, con más de 100 muestras diferentes, la experta del INIA afirmó que “estos análisis demostraron que las mieles de la zona sur en general presentan una excelente calidad nutritiva”, informó la ingeniero en alimentos y Dra. en Alimentación y Medio Ambiente, Iris Lobos.

Puntualizó que en el Informativo INIA N° 226 “Perfil de azúcar de las mieles presentes en el Territorio Patagonia Verde (Región de Los Lagos)”, se dan a conocer los resultados de las muestras analizadas en este estudio, provenientes de apicultores que trabajan y comercializan la miel por temporada a pequeña escala.

En todas las mieles analizadas “la suma de los azúcares está entre 72 y 75 gramos de azúcares totales por cada 100 gramos de miel, lo que indica que son mieles dulces que han llegado a su estado óptimo de maduración. Respecto de la fructosa y glucosa, que son los monosacáridos con mayor presencia en la miel, los resultados se encuentran dentro de lo esperado, con porcentajes de 35-36% y 34-37%, respectivamente, cumpliendo con lo que estipula el Reglamento Sanitario de los Alimentos respecto de la sumatoria de la fructosa y la glucosa, es decir, superior al 60% de su composición total”, indicó.

Respecto a la sacarosa, la experta del INIA sostuvo que “la normativa vigente establece como máximo un 5% para la miel líquida o cristalizada. Un porcentaje mayor a éste, ha sido asociado con una adulteración de las mieles de abeja y se da normalmente por varias razones, entre las que se incluyen la adición de sustitutos artificiales de menor valor como el jarabe de maíz y la sacarosa o azúcar de mesa en forma de jarabe producto de la alimentación de las colmenas durante el flujo de miel o la alimentación en exceso de las colmenas en invierno. A diferencia de este tipo de mieles, en su mayoría adulteradas, todas las muestras analizadas por el INIA cumplieron con lo establecido en el Reglamento Sanitario de los Alimentos y presentaron concentraciones de sacarosa de entre 0,95 y 1,90%”, afirmó la Dra. Lobos.

La investigadora explicó que el bajo contenido de sacarosa de las mieles de la zona sur, tiene otro beneficioso, ya que a pesar de ser un producto dulce, no contribuye a la formación de caries, a diferencia de las mieles con alto contenido de sacarosa, que “pueden estimular el desarrollo del Estreptococos mutans y posterior formación de sarro”. Además, indicó que el Informativo N° 228, recientemente publicado, contiene un completo informe sobre el contenido de minerales y vitamina C de las mieles producidas en Territorio Patagonia Verde y sus beneficios para la salud.

Por todas estas razones, la experta del INIA hizo una invitación a conmemorar el Día Mundial de las Abejas, reconociendo su importante labor como polinizadoras y productoras de miel y llamó a incorporar este alimento en nuestra dieta sobre todo en esta época del año y en medio de esta pandemia”.