En síntesis, las pymes agropecuarias que pretendan aspirar a un crédito a dicha tasa deben vender casi la totalidad de su cosecha de trigo y/o soja, y no mantener granos almacenados en acopios o silos bolsa. Y en el caso de las compañías grandes, las que no hayan comercializado el 95 por ciento de su cosecha, se les incrementará la exigencia de capital mínimo por riesgo de crédito de toda financiación.

Se trata de una disparatada medida que discrimina y cercena la posibilidad de financiamiento al sector más dinámico de la economía, y el único generador de legítimas divisas del país y en momentos en los que la siembra del trigo trayendo a la memoria del productor medidas similares tomadas en 2014 y con pésimo resultados para el país.

Acaso el Gobierno Nacional piensa que la normalización del país post pandemia se podrá realizar sin tener en pleno funcionamiento y con la necesaria financiación al sector que más divisas entrega a las arcas del estado??

Preocupa a CARBAP al igual que esta medida de índole económico, la decisión de la Oficina Anticorrupción a cargo de Felix Crous de renunciar a la querella por causas de corrupción que involucran a la actual vicepresidente, incumpliendo por el cargo que ejerce las atribuciones asignadas. Como así también la delegación de poderes del Poder Legislativo Nacional en el Jefe de Gabinete para reasignar partidas y presupuestos en el marco de la emergencia sanitaria sin el debido contralor público. Se puede tener un Estado activo y flexible, pero con los debidos contralores que la Constitución prevé.

Desde Carbap somos firmes defensores de la Republica, de la libertad y de las instituciones, y reiteramos la profunda preocupación que provoca la sesgada mirada que desde el Gobierno se tiene con la comunidad productiva en su conjunto.

Fuente: Carbap